El pendejo, por Simón Boccanegra
¿Por qué Yo El Supremo cogió un arrecherón tan grande con Insulza? La razón es sencilla: porque ese “pendejo” transformó en tema internacional lo que Chávez quería mantener como asunto doméstico, sin ningún relieve fuera de aquí. Hasta ese momento nadie en el continente, ni en el mundo, sabía lo de RCTV.
Ahora, y más aún después de las groseras palabras del Presidente contra el secretario general de la OEA, la cosa cogió vuelo. Ahora lo saben otros: lo de RCTV no es una discusión sobre tiquismiquis legales ni sobre la calidad de la TV sino un grueso problema político, como dijera Insulza. Ahora otros sospechan que lo del “golpismo” de la televisora y lo del “vencimiento de la concesión” es sólo una coartada para cerrarla. La razón real es que Granier no se ha arrodillado ante la efigie de Yo El Supremo. A TalCual han llamado hasta ahora medios de Argentina, Chile, México, Brasil y Estados Unidos para conocer qué es lo que pasa. Chávez, que con tanto esmero cultiva su imagen internacional, que no quiere ser visto como un tiranuelo bananero, ha sido puesto en evidencia. Ha resultado, pues, que el socialismo del siglo XXI, en materia de medios, va camino de parecerse demasiado al del siglo pasado.