Empresarios regionales alertan que el ‘Plan 50’ desatará crisis de abastecimiento
Otra preocupación que atañe a los productores, principalmente en el interior del país, son los problemas con los principales servicios básicos, esenciales para impulsar la actividad industrial
Distintos empresarios de diversas cámaras que hacen vida en el país acudieron a la 74° Asamblea Anual de Fedecámaras, donde alertaron la crisis que padecen las diversas regiones del país, que podría incrementarse debido a políticas gubernamentales como el ‘Plan 50’ y el colapso de los servicios públicos en el interior.
La preocupación por esta política, que pretende ponerle un margen a los precios de 50 bienes y servicios esenciales, podría traducirse en una reducción sustancial de los pocos sectores productivos que se mantienen en Venezuela, de acuerdo con la opinión de los empresarios.
«El Plan 50 será un problema grave. Repercutirá en un desabastecimiento casi total», advierte el presidente de Fedecámaras Lara, Alberto Gámez. Insiste en que, con la colaboración de algunos comerciantes que «manipulan a grandes niveles», los conocidos ‘bachaqueros’ se aprovecharán de los escasos productos que se comercializarán.
En este contexto, la distribución a los estados centrales, que carecen de industria alimenticia propia, se verá afectada. Un descenso del 30% de producción agrícola, aunado a un colapso del sector del gobierno que distribuirá los productos, es lo que prevé el presidente de Fedecámaras Mérida, Marcos Delgado.
Indica que en el estado andino, la producción industrial se encuentra entre un 14% y 15% de la capacidad instalada. Ante una crisis del sector turismo y una importante deserción universitaria, el único bastión que se mantiene en la entidad es la agricultura. Sin embargo, se verá comprometida si el Gobierno decide seguir adelante con el ‘Plan 50’.
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«Si el gobierno me viene a quitar el 70% de la producción, pues no produzco. La voluntad de producir en el campo se va a acabar. Esto hará que ciudades como Caracas, Valencia y Maracaibo se vean perjudicados», asegura el empresario merideño.
Esta situación conducirá al alza de los productos en todo el territorio nacional, algo que ya se hace evidente motivado a la disminución escalonada de la producción.
Mientras tanto, en Carabobo, se advierte que la capacidad industrial opera por debajo del 20% de su capacidad. El presidente de Fedecámaras en la entidad, Carlos Luis González, teme que el Gobierno caiga en el error de mantener las mismas políticas erradas, en especial cuando se ha ignorado al sector empresarial a la hora de tomar decisiones como la implementación del ‘Plan 50’.
«No logro entender cómo se pueden acordar precios sin que inviten a los productores y empresarios a las mesas de trabajo. Sigue siendo otro error. Es lamentable que desde el gobierno no se den cuenta de que los controles han causado la hiperinflación», recalcó.
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Desde Portuguesa, un estado esencial para la industria agrícola venezolana, también se pone en riesgo la producción. El titular de Fedecámaras de la entidad, Omar El Chumary, advierte que los ciclos de siembra se han visto afectados por la escasez de insumos y materias primas.
«Escasamente llegamos al 20% de siembra. No se van a poder cumplir las metas necesitadas para abastecer el país», señala con respecto al último ciclo de siembras.
Argumenta que los problemas surgen porque el Gobierno, a través de Agropatria y Agrofanb, se encarga de proveer la materia prima a los productores, y no han recibido estos insumos, por lo que hay retrasos importantes que tarde o temprano generarán una «crisis en materia de abastecimiento. Este proceso podría acelerarse si deciden regularse los precios de los productos.
«Un control que no se traduce en otra cosa que atacar el problema de forma y no de fondo. Debe reactivarse el aparato productivo», destacó.
El colapso de los servicios
Otra preocupación que atañe a los empresarios y productores, principalmente en el interior del país, son los problemas con los principales servicios básicos, esenciales para impulsar la actividad industrial.
Los constantes cortes de luz y agua, sumada con la escasez de combustible y gas, son protagonistas en la crisis productiva del país. La prueba más contundente se ha dado en Zulia, donde se ordenó por decreto que las empresas deberán generar por sus propios medios la electricidad que consuman.
El presidente de Fedecámaras Zulia, Franco Cafoncelli, indica que no todas las empresas podrán adaptarse a trabajar bajo un esquema que les exige autogenerar su electricidad durante 10 horas seguidas, por lo que muchas se verán en la obligación de cerrar. De acuerdo con la información que aportó, se necesitan 1.800 megavatios y Corpoelec solo tiene capacidad para generar 700.
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«Tenemos información de que se está invirtiendo en el sistema hidroeléctrico para distribuir electricidad a Zulia e incrementar a los 1.800 megavatios que se necesitan, pero dicen que se tardarán dos o tres meses. Es decir que en ese lapso deberemos ajustarnos los pantalones para superar esos desafíos que tenemos», acota Cafoncelli.
El empresario sostuvo una reunión con la Gobernación de Zulia, y se acordaron futuros encuentros para determinar cuáles son los sectores que más consumen energía y buscar una solución relacionada con los horarios de regulación. «Son cosas en las que estamos trabajando, pero esas reuniones se han hecho con anterioridad y no se han visto los resultados. Seguiremos exigiendo lo que necesitamos para seguir produciendo», añadió.
Este panorama se extiende para los demás estados del país. Se prevé que la medida de autogeneración eléctrica para las empresas se aplique en regiones como Lara y Carabobo. Los comerciantes y empresarios resaltan que tienen la disposición de conversar con el Gobierno para hallar soluciones y llegar a un acuerdo, sin embargo, denuncian no ser escuchados y que sus ideas son descartadas de inmediato.
«Nos ven como los malos. Nos tratan de destruir. Ellos no creen en la empresa privada, quieren abolirnos a como dé lugar», sentenció Alberto Gámez.