En claves | ¿Qué pasó con el acuerdo de paz entre Venezuela y Guyana?
La llegada del buque de guerra británico HMS Trent a aguas guyanesas reactivó el conflicto entre Venezuela y Guyana. El hecho fue calificado por el gobierno de Maduro como una provocación hostil, mientras que las autoridades del Reino Unido y Guyana aseguraron que son actividades de rutina
El pasado 14 de diciembre los presidentes de Guyana, Irfaan Ali, y de Venezuela, Nicolás Maduro, firmaron el acuerdo de Argyle en el cual sellaron su compromiso de mantener el diálogo y transitar el camino de la paz hasta lograr una solución a la disputa por el territorio Esequibo. Sin embargo, la llegada de un buque del Reino Unido a las costas guyanesas, revivió las tensiones, engavetó el acuerdo y desató una guerra de declaraciones.
Apenas se supo de la llegada del buque de guerra británico HMS Trent, el gobierno de Venezuela reaccionó y calificó el hecho como una provocación hostil. Este jueves 28 de diciembre, desde el Ministerio de la Defensa, Maduro aseguró que «Venezuela tiene derecho a defenderse, a la tranquilidad, a la paz. No aceptamos provocaciones, amenazas de nada ni de nadie. Venezuela, con mucha firmeza y patriotismo, responde a la amenaza y la provocación»
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El mismo día, desde el Reino Unido instaron a Venezuela a cesar sus «acciones injustificadas» contra Guyana. El portavoz reiteró que la frontera entre ambas naciones fue definida en el Laudo Arbitral de parís en 1899, por lo que insiste en su apoyo a Guyana, considerado como «un importante aliado regional y socio de la Commonwealth».
Según las autoridades del Reino Unido, la presencia del buque de la Armada británica en aguas guyanesas no atracará en Georgetown, sino que se prevé que todas sus actividades se harán en el mar «como parte de una serie de maniobras de rutina en la región».
Por su parte, el vicepresidente de Guyana, Bharrat Jadgeo, aseguró que no existe ningún plan de ejercer acciones ofensivas contra Venezuela y afirmó que la visita del buque ya había sido planeada con anterioridad.
«(Se trata) no de librar guerras, sino de vigilar mejor nuestra zona económica exclusiva (ZEE) y (salvaguardar) nuestra integridad y soberanía territorial”, dijo Jadgeo, al tiempo que destacó que Guyana tiene el compromiso de hacer honrar la Declaración de Argyle.
La jornada dejó algunas dudas de cara al futuro, que los líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) preveían pacífico, después del encuentro entre ambos mandatarios en el aeropuerto sanvicentino de Argyle.
A continuación, las preguntas que dejó este giro inesperado:
¿Cómo respondió Venezuela?
El Ejecutivo venezolano respondió con una «acción defensiva» en la fachada atlántica, que consiste en el despliegue militar de 5.682 «combatientes», 28 aeronaves y 16 embarcaciones, al considerar que el HMS Trent de la Armada británica supone una «amenaza directa a la paz» .
¿Ruptura del acuerdo de Argyle?
Maduro considera que la llegada del buque británico supone una «ruptura» de facto del acuerdo alcanzado el 14 de diciembre, por el que las partes se comprometieron a que, «directa o indirectamente, no se amenazarán ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos Estados».
Por su parte, el Ejecutivo guayanés, que no percibe el hecho como un bloqueo del pacto, aseguró que está comprometido con la Declaración de Argyle, en la que Caracas y Georgetown acordaron «evitar incidentes que disparen la tensión por el litigio fronterizo del Esequibo».
¿Peligro para Latinoamérica?
La experta en materia de Defensa y directora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, explicó a EFE que la vuelta a las tensiones de los últimos meses supone «enormes peligros» para la región, tanto por la llegada del buque británico como por la respuesta de Venezuela, cuyo presidente aseguró que el país «no se puede quedar de brazos cruzados ante una amenaza».
Frente a la opinión de San Miguel, Guyana sostiene que el arribo de la embarcación estaba planificada «desde hace mucho tiempo», ya que es una «rutina» que «forma parte de la construcción» de su «capacidad defensiva», por lo que no va a aceptar la solicitud de Venezuela de que el buque sea retirado, pues -asegura- no representa peligro alguno.
¿La ‘paz’ más efímera de la historia?
La Declaración de Argyle fue suscrita por Maduro y Ali hace tan solo 14 días, en presencia de diversos representantes de los países de la Celac y la Comunidad del Caribe (Caricom), dos semanas en las que, pese a que ni Guyana ni Venezuela variaron sus posiciones respecto al Esequibo, se rebajó la tensión de los últimos meses, que había encendido las alarmas en Latinoamérica ante la posibilidad de una escalada bélica.
Tras la jornada de este jueves, la incógnita está servida: ¿se quedará todo en una provocación de las partes y retomarán la ruta fijada el pasado 14 de diciembre, o escalará, convirtiendo así la Declaración de Argyle en el período de ‘paz’ más breve de la historia latinoamericana?
¿Incumplimiento de una promesa regional?
El encuentro en San Vicente y las Granadinas se produjo a instancias del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que lideró la propuesta respaldada por la Celac y la Caricom, ante la preocupación de una posible escalada violenta, por lo que los mediadores solicitaron a los protagonistas dialogar y llegar a un acuerdo, en pro de la paz en la región.
Tanto Maduro como Ali aceptaron el reto y se encontraron para comenzar un diálogo que arrancó con la firma de un compromiso que hoy generó dudas que se espera sean despejadas en los próximos días: ¿han faltado a su palabra, incumpliendo una promesa que afecta a la estabilidad regional?
¿Intervención de la Celac y el Caricom?
Hasta el momento, los impulsores del pacto no se han pronunciado públicamente, y se desconoce si han conversado entre ellos o con los implicados, con el fin de poner freno a una tensión incipiente que podría escalar si no se actúa con celeridad.
Tampoco se ha manifestado al respecto Lula, encargado de transmitir a las partes la inquietud regional el pasado 9 de diciembre, fecha en la que instó a Maduro y Ali asistir al encuentro de San Vicente y las Granadinas, organizado por los organismos de integración regional.
Con información de EFE