En «Rómulo resiste» Carlos Oteyza aborda los aciertos de la joven democracia venezolana
«Rómulo resiste», el más reciente largometraje del director de «Tiempo de dictadura», muestra la génesis del sistema democrático que tuvo el país el siglo pasado
«Es como si nos emborracháramos históricamente. Es como una borrachera histórica que nos hace díscolos, que nos enceguece y nos hace mal personalmente y le hace mal al país».
Esta conclusión de la escritora venezolana Elisa Lerner (Valencia, 1932) quizá sea la que se lleven muchos espectadores luego de ver Rómulo resiste, la más reciente película de Carlos Oteyza (Tiempos de dictadura y CAP, dos intentos), largometraje que indaga en el segundo período del expresidente Rómulo Betancourt (1959-1963); la génesis del sistema democrático que tuvo el país el siglo pasado. Un material bastante oportuno para los días que corren en el país.
«Un período presidencial que ha sido maltratado o dejado de lado por lo historiadores y por los venezolanos; como si hubiese sido tan fácil», señala Oteyza, quien no solo trajo al presente y expone las dificultades, aciertos y aportes a la política y al país que se dieron en esos años, durante esa gestión; también muestra cómo vivió y vieron él y su familia los inicios de la Venezuela democrática.
Una figura que aún despierta rechazo
Rómulo Betancourt (Venezuela, 1908–EE. UU., 1981) es considerado uno de los estadistas más importantes del país y una figura política de gran reconocimiento en Latinoamérica. Además de ser el primer presidente de la democracia venezolana, fue fundador del primer partido político de Venezuela, Acción Democrática, y autor de Venezuela, política y petróleo, un texto de lectura obligatoria para los venezolanos. También una figura que aún despierta mucho rechazo y confusión, por su proceder ante la guerrilla de los 60.
Entre la asunción de Betancourt al poder; la firma del Pacto de Puntofijo; la primera visita de Fidel Castro a Caracas; la creación de la OPEP; el atentado en Los Próceres; la visita de John Kennedy al país; el Carupanazo; el Porteñazo; el Barcelonazo; la inauguración del puente Rafael Urdaneta de Maracaibo; el secuestro de Di Stéfano y el asalto al tren de El Encanto, está la historia de los Oteyza Scull, una familia clase media de inmigrantes, que se estableció en Caracas y que, al igual que el país de aquellos años, prosperó.
«Una mirada del país como lo viví yo, que no es la investigación que yo he hecho. Yo también tuve mi historia en esa época, no fue una historia épica, al contrario. Me pareció importante, porque era una forma de hablar de lo que pasaba en el pequeño mundo, una familia, y en el gran mundo, en este caso el país», explica.
Las voces en Rómulo resiste
Además de las imágenes y audios de archivo –varios de la Biblioteca de Washington y presentados por primera vez en el país, incluso los discursos de Castro– la historia del quinquenio de Betancourt es narrada y analizada por historiadores, políticos y testigos de época; entre ellos Edgardo Mondolfi, autor de La insurrección anhelada. Guerrilla y violencia en la Venezuela de los 60; Héctor Pérez Marcano (La invasión de Cuba a Venezuela: de Machurucuto a la revolución bolivariana), Paola Bautista (El fin de las democracias pactadas); el economista Pedro Palma; Ramón Guillermo Aveledo (¿Qué es la política?) y los políticos Américo Martín, Marco Tulio Bruni Celli y Carlos Canache Mata.
Las vivencias del director fueron recreadas en animaciones creadas por Titan Post y su voz es interpretada por el actor y psicólogo Sócrates Serrano. La música original del largometraje estuvo a cargo de Álvaro Cordero. El guion es de Oteyza junto con Lorena González Di Totto (Blanca Rodríguez. Al servicio del país).
Rómulo resiste, que toma su nombre del eslogan que popularizó el movimiento de izquierda, «Rómulo renuncia», y que como muchos otros proyectos se vio interrumpida su producción tras la llegada de la pandemia; se estrenó este 11 de octubre través de la plataforma Goliiive, en dos funciones por streaming, a beneficio de Fe y Alegría. El 14 de octubre estará en la pantalla gigante, en los circuitos nacionales de cine.
«Es una película para contar y comprender el país, no es propaganda. Ni es una biografía de Rómulo Betancourt. Es para todo el país y para un público que desconoce esos años», resalta el director.
Rómulo resiste posiblemente no sea una pieza tan clara como CAP, dos intentos o Tiempos de dictadura, lo que sí comparte con ambas es la oportunidad del momento al que llega a la pantalla gigante, a los venezolanos, a las situaciones que lo atraviesan en estos días; a encontrarse en esas palabras de Lerner.