Engaño electoral y refundación de partidos políticos en Venezuela, por Reinaldo Aguilera
Twitter: @raguilera68 | @AnalisisPE
Decía el expresidente Carlos Andrés Pérez en una entrevista que le hicieron estando en el exilio, que con la gravedad de los errores que habían cometido para aquel momento las organizaciones con fines políticos Acción Democrática (AD) y la socialcristiana (Copei), una vez que se saliera del desastre causado, estos tendrían que hasta cambiarse el nombre e iniciar una gran convocatoria para la refundación desde sus cimientos de esos partidos, si es que pretendían seguir viviendo en el ámbito político del país.
Hoy, ya a 13 años del fallecimiento del expresidente, sus palabras tienen plena vigencia, quizás no con el foco puesto en los dos grandes partidos de la historia democrática reciente del país, pero sí en clara referencia a los más nuevos que pretenden acceder al poder, habiendo cometido errores garrafales, con su credibilidad en el suelo y, con lo peor, sin sentarse frente a la gente a proporcionar ni siquiera una disculpa por dichos errores. Por el contrario, como si nada, avanzan en un proceso de primarias en donde los participantes tiran cada quien hacia su espacio, sin observar a lo lejos que el chavismo los derrotará si no se unifican.
La más reciente selección de los diferentes capítulos de la llamada Plataforma Unitaria en el exterior demuestran en todo o en parte lo expresado en el párrafo anterior. En el caso específico de los Estados Unidos, territorio en el cual se encuentran muchísimos compatriotas trabajando muy duro, resulta incomprensible que en dicho panel estén personas representando a partidos políticos como Proyecto Venezuela o Convergencia, sin dejar a un lado que esas personas sean muy respetables. El caso es que nadie aquí en EE. UU. sabe quiénes son o de dónde salieron.
Lo peor del asunto es que en el caso de que no sea vinculante, es probable que logren que algunos venezolanos participen en las primarias, pero la inmensa mayoría luego no podrá votar en las próximas presidenciales, pues el marco legal del Consejo Nacional Electoral (CNE) no se los permitirá y ese engaño no puede ser aceptable, pues viene de la mano de personeros activistas de organizaciones como Voluntad Popular o Primero Justicia, muy desprestigiados ya; mucho más, observando que quienes fungen de voceros en el exterior son los mismos que, estando en Venezuela, cumplían con los designios de quienes comandan esas organizaciones.
Ya basta de verle la cara de tontos a quienes están afuera dando el todo por el todo por sobrevivir a punta de trabajo, mientras otros pretenden seguir viviendo bajo la fachada de que son perseguidos permanentes, como si fueran los únicos.
Muchos de esos que ostentan cargos en el exterior vienen desde el denominado gobierno interino, percibiendo ingresos mensuales superiores a los 2.500 dólares sin mucho esfuerzo los que recibían menos; no sabemos los ingresos de los de la cúpula. Es entonces cuando cabe decir que si esos partidos no se depuran no se logrará el objetivo real que es poder recuperar el país para todos y no solo para un grupito, que es lo que hasta ahora parece.
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Varios de los partidos políticos más recientes pretenden ser el eje único de conducción del país y también creen tener la fuerza suficiente para mantenerse por sí solos como pilar electoral indefinidamente, cosa que es muy cuestionable.
La demostración real de lo que aquí decimos será el análisis que se presente luego de observar la participación en las próximas primarias y, desde luego, en las elecciones presidenciales del 2024. Si dicha participación es sumamente baja, indicará que esos partidos ya no son viables y deben dar un paso a un lado junto a sus dirigentes para poder ir hacia algo nuevo. De no hacerlo se continuará en un eterno círculo vicioso de oposición y el chavismo continuará destruyendo lo poco que aún queda de nuestra Venezuela. Así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. es Abogado. Master en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de George Washington University/UCAB.
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