«Actas con novedad» definirán quién irá a la segunda vuelta en las presidenciales de Ecuador
La diferencia del segundo candidato que podría ir a la segunda vuelta es de apenas un porciento, y todo lo definirá la revisión de las actas electorales «con novedad», que serán revisadas en siete provincias de Ecuador, tras la petición que presentó un candidato ante la Contraloría ecuatoriana
Este 7 de febrero se celebraron en Ecuador las primeras elecciones de América Latina de 2021. Se trata de los comicios presidenciales de los que, aún a cuatro días de haberse realizado, el Consejo Nacional Electoral de la nación andina no ha dado un total definitivo de los votos, y por tanto se desconoce cuál será oficialmente el segundo candidato, después de Andrés Aruz, que irá a la segunda vuelta.
Ese hecho se debe, en parte, a que se han presentado denuncias de parte de uno de los candidatos por presunta comisión de fraude. Yaku Pérez, aspirante a la presidencia que, hasta ahora, quedó en el tercer lugar con el 19,62% de los votos con sólo un porciento menos que el candidato derechista que lo antecede, Guillermo Lasso, aseguró que las actas electorales computarizadas no guardaban relación con las actas procesadas. Sobre esa disputa electoral versó el CocuyoClaroyRaspao de este 11 de febrero, un programa en alianza con Efecto Cocuyo y TalCual.
Y es que Pérez, -cuyo nombre original era Carlos, pero lo cambió al a Yaku, que significa «agua» en una lengua indígena ecuatoriana- hizo una solicitud de revisión de las cajas con voto ante el CNE de Ecuador. Según explicó el periodista Jefferson Díaz, quien reside en Guayaquil, dicho permiso fue aprobado por la presidenta del ente rector, Diana Atamaint, y se espera que en los próximos días se proceda a hacer un conteo de votos en siete provincias del país.
Si bien, como comentó Díaz, los observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA) ya emitieron un primer informe sobre esos comicios, y dijeron que el proceso de votación fue limpio y claro, hubo algunas escaramuzas en las costas ecuatorianas, cuenta el comunicador.
«Algunas personas se molestaron porque no abrieron a la hora, o porque nos los dejaron entrar a votar, pero desde la OEA dijeron que fueron transparente. No se han pronunciado sobre la solicitud que ha hecho Yaku de que abran las cajas, pero sí lo hizo el CNE», comentó Díaz.
En tal sentido, destacó que la pelea real por ese segundo puesto en la vuelta presidencial de abril está en las «actas con novedad». A su juicio, como el sistema electoral ecuatoriano no es automatizado sino manual, hay que revisar si las actas o boletas de votación están arrugadas o con candidatos duplicados. Atribuyó el porcentaje extra de Lasso, representante del partido social cristiano que fue a las elecciones a través del partido CREO (Movimiento Político Creando Oportunidades), a aquellas actas en las que hay algún tipo de discordancia.
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Propuestas que mueven
A propósito del incidente con Yaku Pérez, que representa el partido del movimiento indígena, esta es la primera vez que en unas elecciones de Ecuador participa tanta población aborigen, pues esta vez los participantes superó el millón de votantes, según explicó el periodista venezolano y colaborador de medio ecuatoriano El Comercio, Jorge Riofrío.
«Yaku no solo logró agrupar parte de movimientos indígenas, sino otros sectores. Ha logrado ser una visión, un camino para otros ideales como la despenalización del aborto y tema de los movimientos LGBT, o relacionados con el ambientalismo. Algo que Lasso, en cambio, no ha abordado. Él mantiene la propuesta que usó la primera vez que se lanzó como candidato, con cuestiones políticas y económicas», señaló.
Riofrío también destacó que la pugna por el segundo lugar en las presidenciales va más allá de obtener la plaza. Es una lucha que se enmarca más en la participación política que en temas de quien tenga el poder de primera pano. De allí que considere que las protestas que se están convocando actualmente en rechazo al supuesto fraude de fondo es una discusión de los derechos políticos y civiles de los indígenas, un problema que en Ecuador se remonta a los años en que los españoles conquistaron América, dijo.
«Es la primera vez que el movimiento indígena tiene tanta aprobación que se pueda reflejar en las urnas. Quedarían como la segunda fuerza política más grande del país en temas electorales», explicó el periodista, al tiempo en que mencionaba que la división del país en las presidenciales también se reflejaba en la Asamblea Nacional.
Divisiones territoriales políticas
Desde antes que ganara Rafael Correo la presidencia de Ecuador, en el país andino no se veía que participasen en unas elecciones 16 binomios presidenciales en la primera vuelta. Más de 10 años sin ver un fenómeno electoral como ese.
Pero eso, además de denotar los diferentes tintes políticos que existen en la nación, también devela la gran división política que existe y lo disperso que está la ciudadanía en cuanto al gobernante que quieren que dirija su país.
«Las provincias de la sierra y amazonía votaron por Yaku, pero el correismo tienen su bastión electoral en la costa ecuatoriana.Mientras que Lasso sólo ganó en Pichincha y Galápagos. No queremos lucha entre izquierda y derecha, lo que queremos es un presidente que mantenga el dólar, es una de las demandas de la gente», contó el periodista Díaz.
A su juicio, Yaku representa un peligro para el correísmo, a pesar de ser también de izquierda, porque pudiese ganar el voto descontento de ese movimiento político.
Consideró también que para Aruz, el representante apoyado por Correa, lo más conveniente sería ir a la segunda vuelta compitiendo contra Lasso, pues este ya se ha enfrentado al correísmo en dos oportunidades y en ninguna salió airoso. Sin embargo, la ventaja para el socialcristiano es que ya sabe cómo se maneja políticamente el movimiento de Correa.
«Conocer si Yaku o Lasso estarán en la segunda vuelta es muy complejo. Esta situación beneficia al ‘Correísmo’ porque devela a simple vista una división política en esta segunda vuelta», admitió Díaz.
En las elecciones presidenciales de Ecuador participaron cerca de 10 millones de ecuatorianos y dos millones de indígenas andinos. El total de la población votante de ese país es 13 millones, lo que indica que el índice de abstencionismo fue bajo, y se resume en que las leyes ecuatorianas establecen que quien no vote debe pagar una multa de 40 dólares.
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