Es Paja | ¿Es un aborto lo que muestra Irrael en un video compartido en su Twitter?
Lo que vemos en el video no es un aborto real. Es el fragmento de la película cristiana estadounidense Unplanned (2019), producida y distribuida por compañías que condenan la interrupción del embarazo. La escena del feto retorciéndose mientras es aspirado por una bomba es una animación, hecha con el propósito de crear impacto
El sábado 4 de febrero, Irrael Gómez compartió en su cuenta de Twitter (@Irrael) un video en el que aparentemente se realiza un aborto quirúrgico guiado por ecografía. La escena muestra un feto retorciéndose varias veces mientras es aspirado por una bomba.
«A todos los que me insultaron, les presento lo que defienden, les presento un aborto. Insultenme en este video después de verlo. Feliz noche», escribió Irrael en sus redes sociales. Hasta la fecha de publicación de esta nota, el video tiene más de 800 mil visualizaciones.
Lo que vemos en el video no es un aborto real. Es el fragmento de la película cristiana estadounidense Unplanned (2019), la cual cuenta la historia de Abby Johnson, exdirectora de un centro de Planned Parenthood en Bryan,Texas, la organización sin ánimo de lucro que presta servicios de salud sexual y reproductiva en Estados Unidos y en todo el mundo.
La asociación cristiana en contra del aborto 40 Días por la Vida estuvo asociada al proceso de creación de la cinta, mientras que la distribución corre a cargo de Pure Flix, una compañía de producción de películas relacionada con el cristianismo evangélico, frecuentemente vendida como «Netflix de los cristianos».
De acuerdo con la información disponible en su página web, Abby Johnson adoptó una postura antiaborto luego de asistir a un procedimiento quirúrgico guiado por ultrasonido, en el que supuestamente «vio con horror cómo un bebé de 13 semanas luchaba por su vida, y al final la perdía, a manos del abortista».
Sin embargo, la veracidad de la escena es cuestionable. Sobre si el feto siente dolor o no, Sophie Gaudu, ginecóloga y jefa de la Unidad de Planificación Familiar y Aborto del Hospital Bicêtre, Francia, explicó para AFP Factual que «cuando se introduce una cánula, en realidad se sacude el saco del óvulo y hace que el embrión se mueva, pero sentir dolor, lo que se denomina ‘nocicepción’, no ocurre antes de las 20 semanas».
También Israël Nisand, ginecólogo obstetra y presidente del Colegio Nacional de Ginecólogos y Obstetras Franceses (CNGOF), dijo para la agencia de noticias: «Es sabido que para la semana 13 un embrión aún no ha desarrollado sus centros de dolor. Se presenta hasta las 22 semanas de amenorrea (ausencia de menstruación durante más de tres meses en una mujer con ciclos regulares)».
El aborto quirúrgico es un procedimiento para terminar un embarazo no deseado por medio de la extracción del feto y la placenta del útero (matriz) de la madre. Uno de los tipos de aborto en clínica es legrado uterino por aspiración, en el que se usa una aspiración suave para vaciar el útero. Este procedimiento suele usarse entre las 14 y 16 semanas después del último período. Durante el proceso, la paciente está anestesiada y, por lo tanto, el feto también.
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«Las tomas que se alternan en la pantalla de una cara llorando son usadas para sugerir que hay dolor, se quiere jugar con lo emocional, es la típica clase de película de las organizaciones que quieren convencer al espectador de que el aborto es malo. Las imágenes están hábilmente diseñadas y montadas para asustar a las mujeres», dijo Bernard Hédon, jefe de ginecología del Hospital Universitario de Montpellier (Francia), para AFP Factual.
En Venezuela el aborto es ilegal. El Código Penal lo tipifica como un delito, con penas de seis meses a más de dos años de prisión para la mujer y para el practicante, excepto cuando existen amenazas a la salud de la madre y se intenta salvar su vida. La interrupción del embarazo es ilegal incluso en casos de incesto, si se trata de una menor de edad, por una malformación congénita en el feto o aunque haya ocurrido producto de una violación.
La ilegalidad no impide la práctica, sobre todo en un país donde el acceso a los métodos conceptivos es limitado. Aunque no hay cifras oficiales al respecto, la Asociación Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (Avesa) registró en 2018 que por cada cuatro partos atendidos existía un aborto clandestino.
