Exigencias para cumplir con uniforme escolar obliga a representantes a hacer más gastos
Padres y representantes piden a las instituciones privadas mayor flexibilización o dar un lapso para que los alumnos puedan ponerse al día con el completo uniforme escolar que exigen estrictamente algunos colegios
Texto: Jhoalys Siverio / Correo del Caroní
El cumplimiento estricto del uniforme escolar que exigen algunos colegios privados preocupa a padres y representantes por los gastos que conlleva garantizar la educación de sus hijos.
El pasado lunes, representantes de la Unidad Educativa Colegio Monte Sacro, en el sector Core 8 de Ciudad Guayana, denunciaron que la institución no permitió el ingreso de unos 20 estudiantes por no portar zapatos de vestir escolares.
La institución se pronunció al respecto y alegó que cuentan con un manual de convivencia que establece que los zapatos a usar debe ser negros escolares y no deportivos, como llevaban los más de 20 alumnos a los que no se les permitió el ingreso.
Si bien la mayoría de los colegios privados cuentan con un manual de convivencia que, entre otras cosas, precisa las exigencias de su uniforme escolar, en los últimos años algunas instituciones se han flexibilizado ante los argumentos de padres y representantes sobre lo difícil de cubrir gastos en uniformes, útiles y mensualidad escolar.
“Creo que lo importante ahorita es que el muchacho reciba una educación de calidad. No es que los estamos mandando con ropa de salir. Llevan su pantalón y camisa escolar y los zapatos son negros, se les compra deportivos porque le sirven hasta para deportes y es un gasto menos. Pero hay colegios que también te exigen que los deportivos deben ser blancos. Si antes era difícil, ahorita más”, dijo un representante de dicha unidad educativa.
A propósito de este caso, surgieron denuncias sobre otros colegios, como en el Cristóbal Mendoza y los cambios de uniformes, lo cual no permite el uso de los del año escolar pasado que todavía estén en buen estado.
“Entiendo que cada colegio tiene sus reglas y muchos hasta su propio uniforme que solo lo venden ellos, como las chemises o el uniforme de deporte, pero no puede ser que de un año a otro cambien el uniforme. A mí me donaron unas franelas e igual las tuve que comprar porque es una exigencia del plantel”, comentó un representante a Correo del Caroní.
“Mi hijo estudia en el Gonzalo Méndez, allí no han sacado a ningún estudiante que yo sepa ni le han negado el acceso, pero a partir de primer año sí les exigen que usen bolsos transparentes por seguridad, para evitar que los chamos escondan cosas allí. Además del uniforme porque salió de sexto grado, y los útiles, tuve que comprar ese bolso porque el morral del año pasado no lo aceptan en su caso”, expuso otra representante.
Otras instituciones tienen esta misma exigencia con los morrales escolares transparentes.
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Gastos en uniforme
En una revisión en tiendas de Ciudad Guayana con ofertas en uniformes escolares, los zapatos colegiales más económicos se consiguen a partir de 11 dólares, según la talla. El promedio para un estudiante de primaria o bachillerato es de 20 a 30 dólares.
En el caso de las camisas se consiguen a partir de 14 dólares, al igual que las faldas, y entre 8 y 10 dólares las franelas.
El precio de los uniformes que venden en los colegios privados tiene un costo promedio de 15 dólares las chemises y 18 dólares un mono deportivo, como en el caso de la Unidad Educativa Colegio Monte Carmelo.
En esta institución, luego de iniciado el año escolar, algunos padres y representantes optaron por cambiar a sus hijos de colegio. Esto debido a que contaban con el pago de Sidor, empresa que ofreció cubrir solo 55 de los 75 dólares de mensualidad. “Conseguí cupo en otro colegio y aboné 50 dólares”, dijo un representante.
A pesar de los altos montos de las mensualidades, hay instituciones más pequeñas que cobran entre 35 y 40 dólares por alumno.
“Sé que la educación de calidad cuesta. Uno pide un poco de flexibilización. Es muy fácil decir que si uno no tiene para pagar un colegio privado, metamos a nuestros hijos en uno público, y no es por desmeritar a los maestros que allí trabajan, sino que sabemos que esas escuelas están destruidas, que no tienen agua, algunas hasta ni techo o pupitres. Nadie quiere eso para su hijo”, manifestó Roger Sandoval, representante de un estudiante de bachillerato.
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Escuelas públicas
En contraste con lo que ocurre en unidades educativas privadas, en las escuelas públicas reciben a los alumnos hasta en “cholitas”, a fin de que no pierdan clases.
“Hasta en sandalias se reciben a los niños, en bluyín, con franelas, a veces hasta en civil porque fue promovido de grado y el padre no tuvo para comprar el uniforme. En las instituciones públicas no hay ninguna limitante para recibir a los estudiantes”, dijo Érika Carvajal, miembro del Colegio de Profesores en Bolívar.
