Extrabajadores de Maderas del Orinoco exigen investigar presuntos actos de corrupción
Trabajadores que fueron víctimas de un despido masivo en 2019 vienen denunciando desde hace varios años irregularidades en la empresa forestal desde su unión con Glenmore, trasnacional turca
Texto: Francesca Díaz / Correo del Caroní
Extrabajadores despedidos de forma injustificada de la antigua empresa forestal Maderas del Orinoco, hoy Empresa Mixta Maderas de Venezuela y Turquía (Mavetur), exigen al fiscal general de la República, Tarek William Saab, abrir una investigación por presuntos actos de corrupción cometidos por la persona jurídica Glenmore Proje Insaat, S.A., con quien Maderas del Orinoco se asoció en 2019 para crear Mavetur.
La vocera de los trabajadores fue Raiza Pulido, quien trabajó durante 10 años en Maderas del Orinoco como supervisora de higiene y seguridad laboral y parte del despido masivo de 1.700 trabajadores ejecutado por la empresa en 2019, mismo año en el que la estatal inició su vínculo comercial con la trasnacional Glenmore de origen turco.
La exigencia de investigar surge debido a la publicación del reportaje Se hizo el turco para serruchar el negocio de la madera, en el portal de periodismo de investigación Armando.Info, trabajo en el que se acusa al Estado venezolano de falsear la unión entre Maderas del Orinoco con una supuesta empresa turca, propiedad de Álex Saab, empresario colombiano señalado como presunto testaferro de Nicolás Maduro, quien desde 2018 está siendo investigado por lavado de activos y fue extraditado por el Gobierno de Cabo Verde a Estados Unidos en 2021.
“Hacemos un llamado al Ministerio Público para exigirle una investigación sobre una denuncia que hay por el portal de periodismo de investigación Armando.Info. Allí se señala a Mavetur y a Glenmore, empresa turca que se unió con Maderas del Orinoco para crear Mavetur, donde se les acusa de actos de corrupción en la empresa en el ámbito nacional e internacional”, explicó la trabajadora.
“Le pedimos al fiscal Tarek William Saab que así como se pronuncia ante las vejaciones hacia los animales y demás, los trabajadores tenemos tres años sin recibir sueldo y no se pronuncia por ningún lado. Queremos una investigación a fondo de la empresa Glenmore”, vociferó Pulido, quien cuenta con una orden de reenganche emitida por la Inspectoría del Trabajo del estado Monagas, la cual no fue acatada por Mavetur.
Maderas del Orinoco, antigua Proforca, era la empresa encargada de deforestar el bosque Uverito, el más grande del mundo creado por la mano humana, ubicado entre los estados Anzoátegui y Monagas.
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Parapetos comerciales entre Maderas del Orinoco con “turcos”
En el trabajo de investigación, el periodista Roberto Deniz expone que Glenmore sí está registrada en Turquía, no obstante, sería una empresa offshore (organización que no ejerce actividad económica en el país donde fue constituida), manejada por Àlex Saab y su socio Álvaro Pulido, ambos de origen colombiano.
Deniz arguye que la mano del empresario colombiano ya estaba dentro de la empresa desde 7 meses antes de la conformación de Mavetur, mediante un contrato subrepticio y desconocido para los trabajadores de la compañía.
Asimismo se muestran evidencias de que, el día de la constitución de Mavetur, el representante de la empresa que firmó el acta constitutiva no era un ciudadano turco, sino Mario García, abogado colombiano que acostumbraba trabajar para Álex Saab.
“La firma de Mario García en el contrato con Tareck El Aissami (entonces Ministro de Industrias), representaba al final la firma de Saab”, sentencia el periodista exiliado en Colombia debido a amenazas y denuncias por sus trabajos de investigación sobre las presuntas triangulaciones y negocios irregulares de Nicolás Maduro.
Esto significa que los empresarios colombianos se habrían “disfrazado” de inversionistas turcos para acceder al negocio de la madera, con omisión y complicidad por parte del Estado venezolano. Asimismo, 2019 fue un año de múltiples convenios con empresas turcas, de este período nació Carbones de Turquía-Venezuela (antiguo Carbones del Zulia) y la Minería Binacional Turquía-Venezuela, todos estos negocios fueron realizados por el Gobierno venezolano y la firma Glenmore.
Este año fue el mismo en el que, ya bajo sociedad con Glenmore, Mavetur despide a un gran número de trabajadores sin justificación. Políticos y empleados de la empresa ya habrían denunciado que, pese a que el convenio se habría hecho con una empresa turca, solo personas de nacionalidad colombiana llegaron a las instalaciones de la empresa, según relata Deniz.
Además de la información furtiva sobre los auténticos socios de Maderas del Orinoco, el trabajo explica que, tras la creación de Mavetur, la empresa nunca exportó madera a Turquía, sino que se tuvo conocimiento de posibles negocios con revendedores colombianos.
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Acusación directa a la gerente de Mavetur
“También queremos una investigación a fondo a la presidenta de Mavetur, Heidy Oropeza, también por supuestos actos de corrupción al representar una compañía de nombre Farle, de origen panameño, y al poco tiempo convertirse en gerente general de Mavetur”, adujo Raiza Pulido.
Las declaraciones también hacen referencia al trabajo de investigación, en el cual Armando.Info asevera que uno de los negocios de exportación que realizó Mavetur fue con la compañía Farle, de origen panameño, que estaba interesada en comprar “madera aserrada”. Luego de la firma del contrato en 2018, la mercancía terminó siendo despachada a una empresa en Perú, pero Farle nunca ejecutó el pago de la madera.
Los trabajadores enfatizaron en que desean una abrir un proceso investigativo contra Oropeza y, por supuesto, que se investiguen las irregularidades, incluido el despido masivo, que tuvo lugar en la empresa.
Respecto a la producción actual, el diario regional Nueva Prensa de Guayana reseñó una entrevista con Heidy Oropeza en la cual afirma que hay 400 mil hectáreas operativas en el bosque Uverito, no obstante, en el mismo trabajo se contrasta con que, para 2019, solo había 100 mil hectáreas operativas lo que hace parecer la cifra ofrecida por Oropeza como irreal.