Escasez de diésel despierta al fantasma de la paralización económica total
A Venezuela no llega un buque con diésel desde el 24 de octubre de 2020 debido a las sanciones. La producción nacional no cubre ni la mitad de la demanda. Por los momentos el Estado ha aguantado la situación con las reservas, pero expertos afirman que se van a agotar en el primer cuatrimestre de 2021
Pablo González, productor de carne de res, caña de azúcar, uva y maíz en el estado Lara, no recibe ni una gota de diésel desde noviembre. La preparación de sus tierras, los tractores, el sistema de riego, las cosechadoras y la planta eléctrica que tiene la finca para el personal y para los equipos de riego están parados. Para reiniciar operaciones en su unidad de producción, González necesita por lo menos 40.000 litros mensuales de diésel, que son unos 1.333 litros diarios, en promedio.
«La zafra de azúcar tuvo que haber empezado el 18 de enero y no ha podido porque no tenemos diésel y el mismo Central La Pastora tampoco ha podido arrancar la zafra por falta de combustible», señala. La producción de caña de azúcar de la finca es normalmente arrimada al Central La Pastora, que necesita, según González, 100.000 litros diarios aproximadamente.
«Sin diésel no hay agricultura y sin agricultura no hay comida».
Sin importaciones y con una escasa producción nacional, el país empieza a manifestar los síntomas de una inminente escasez de diésel. Las importantes fallas en el suministro del combustible, que han reportado productores, transportistas y organizaciones no gubernamentales, despiertan al fantasma de una paralización total de la economía, que registra desde 2013 una recesión que supera los colapsos de países que sufrieron guerras y catástrofes naturales.
Tres meses después de que el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump anunciara la suspensión de la exención de las sanciones contra Pdvsa que permitía el intercambio de petróleo venezolano por diésel, el país reporta problemas con el suministro del combustible y los expertos advierten las consecuencias que esto tendrá en la economía.
Hasta en Caracas se empezaron a ver a partir de mediados de enero largas colas de unidades que usan diésel (gandolas, camiones grandes y pequeños, autobuses de rutas extraurbanas y camioneticas del transporte público).
La escasa oferta de diésel llega menos de un año después de que se agravara la escasez de gasolina, que afectó el traslado de algunas mercancías, pero principalmente a los conductores particulares.
Los efectos de una escasez de diésel son mucho más perniciosos que los de la gasolina. Afecta todas las operaciones de los sectores agrícola, ganadero, manufacturero, distribución, además de las plantas eléctricas instaladas por empresas, comercios, clínicas y hospitales por el colapso del sistema eléctrico nacional y las centrales termoeléctricas.
«La gasolina es el combustible de los ricos, el diésel es el del pueblo», asegura el economista Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis. «Ese es realmente un combustible muchísimo más masivo y que por los momentos no tiene un mercado negro».
Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), asegura que en algunos estados, sobre todo en Apure y en el centro del país, tienen hasta cuatro meses con escasez de diésel. «Ahora son más. Tenemos nuestros cupos asignados, ellos (el gobierno) saben cuántos equipos de bombeo y maquinarias tenemos y cuánto diésel necesitamos al mes, pero lamentablemente no nos surten».
«La falta de diésel no solo nos afecta para ir y supervisar las unidades de producción, también los tractores, bombas de riego y para bebederos, la generación eléctrica en los sectores rurales, el transporte de los productos y los tanques de enfriamiento que necesitan los que llevan la leche a la industria, la cual trabaja también con diésel. Hacemos un llamado a que nos metan dentro de los sectores prioritarios y se nos abastezca dentro de la emergencia que hay», añade Chacín.
Una asociación de ganaderos, que pidió no ser identificada, afirma que se quedaron «absolutamente» sin nada de diésel para enviar leche cruda a industrias lácteas ubicadas en los estados Táchira y Zulia. Las reservas que a mediados de enero les quedaban, de 1.500 litros del combustible, las remataron con el envío de cinco gandolas hacia las plantas del occidente del país. Por esta razón, la asociación pidió en un mensaje a los arrimadores que usen, si tienen, sus «reservas estratégicas» para equipar los tanques de los camiones y puedan despachar la leche en las plantas industriales y luego regresarse a las fincas.
«Lo del gasoil está gravísimo. Nos quedamos absolutamente sin nada. No tenemos cómo ayudar a nadie. Hasta ahora estamos auxiliándonos con la reserva estratégica que cada finca tiene. Si ustedes no tienen gasoil para mandar sus vehículos con leche, pues no sé qué podemos hacer. Aquella finca que no tenga gasoil, pues no podrá enviar la leche, o la desviará a una quesera que tenga cerca. ¿Se va a parar la producción? Se parará. ¿Se va a parar la planta? Se parará. No tenemos cómo resolver, es un problema nacional, esta sí es la hecatombe de esta situación que tiene el país«, informó un vocero de la asociación en un mensaje de voz enviado a los arrimadores de leche.
El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Láctea (Cavilac), Roger Figueroa, indicó a TalCual que el sector ha reducido desde diciembre su producción, ya precaria, en un 15% por falta de diésel, necesario tanto para camiones como para las plantas y la generación de electricidad. «El producto más afectado es la leche pasteurizada. Solo Parmalat la tiene hoy en anaqueles y con poco volumen. Nos reunimos de emergencia con el gobierno el 18 y el 19 de enero y esperamos resolver prontamente».
El presidente de un grupo empresarial zuliano del sector agroindustrial que pidió no ser identificado, indicó a este periódico que los viajes desde ese estado hasta Caracas, que normalmente se hacen en dos días (el primero de descarga y el segundo de retorno), ahora duran hasta cuatro por las dificultades para conseguir diésel. «El transportista a veces puede pasar dos días buscando diésel para retornar. Un viaje de dos días se convierte en tres y hasta en cuatro. Esto hace que los fletes se encarezcan, eso ha pasado últimamente».
«La información que tenemos nosotros es que nos bloquearon el diésel a nivel internacional. Todas las órdenes de compras que estaban emitidas antes del 31 de octubre se respetaron, pero de ahí para adelante no han permitido que llegue más diésel», añade. Asegura que Lara es uno de los estados más críticos, donde camiones que distribuyen los productos que elabora dejaron de surtir los establecimientos todos los días y ahora lo hacen dos veces a la semana.
Al sur de Lara, el Central Azucarero Portuguesa, el principal productor de azúcar del país y que atiende las necesidades de la industria refresquera, alimenticia y del consumo doméstico, paralizó la zafra por falta de caña y de gasoil.
El gerente general de administración de la compañía, el ingeniero Agustín Marcano, informó que, debido a la falta de suministro de caña y el limitado abastecimiento de gasoil por parte de Pdvsa, se vieron en la obligación de interrumpir la zafra «hasta tanto se recuperen los inventarios de combustible y se cuente con el compromiso de núcleos y cañicultores en el suministro de sus cañas».
Los cañicultores, por su parte, advierten que la producción nacional de azúcar está en peligro por la escasez del diésel que necesitan las maquinarias. «Se requieren entre 15 y 20 gandolas para atender los cuatro centrales del sector privado que están operativos», señala José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca).
Aquiles Hopkins, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), advirtió por Twitter que la escasez de diésel pone en riesgo las siembras de frijol, arroz y otros rubros en el occidente del país. «Los responsables de la distribución del combustible deben dar atención prioritaria a la producción de alimentos. Para mañana ya será tarde, en agricultura el tiempo no perdona», agregó el dirigente en el tuit.
Escasez de Diésel pone en riesgo la siembras de frijol, arroz y otros en el Occidente del País! Los responsables de la distribución del combustible deben dar atención prioritaria a la producción de alimentos! Para mañana ya será tarde, en Agricultura el tiempo no perdona!
— Aquiles Hopkins G (@AquilesHopkins) December 27, 2020
País petrolero dependiente de importaciones
Del total de diésel que se consume en el país, solo 35% se produce internamente y 65% es importado, el cual tiene una composición de azufre menor que el local y es el que se utiliza en las plantas termoeléctricas, indica Luis Vicente León. «La mayoría de las termoeléctricas que se han dañado se han dañado por el azufre del diésel local».
Dirigentes sindicales de la industria petrolera afirman que la producción local de diésel solo satisface 32% del consumo. El resto se cubría con importaciones procedentes de la India (Reliance), España (Repsol) e Italia (Eni).
Expertos del sector energético aseguran a TalCual que, al menos hasta mediados de enero, en los puertos venezolanos no entra un barco con diésel desde octubre de 2020, cuando el gobierno de Donald Trump suspendió los intercambios.
«A Venezuela no llega diésel desde el 24 de octubre de 2020 por las sanciones», señala el economista y profesor Antero Alvarado, director regional de la firma Gas Energy Latin American. «Antes llegaban cargamentos todos los meses. Ahora lo están racionando. Las reservas que tiene el país se van a agotar para abril».
Por su parte, León advierte que si se agotan las reservas el suministro será jerarquizado y se creará un mercado negro, como sucedió con la gasolina. «Esto inevitablemente generará mercados negros y brutales incrementos de costos de distribución, lo que incidirá en los precios de los productos».
Dos de los últimos tanqueros con diésel que entraron a Venezuela fueron el Northern Ocean, que descargó unos 290.000 barriles en Puerto La Cruz, y el Northern Lights a finales de octubre, ambos enviados por la compañía india Reliance, que envió a Venezuela un total de 1,8 millones de barriles de diésel solo en octubre, de los cuales 1.000.000 fueron despachados a Cuba, de acuerdo con el registro que lleva el Ingeniero de Química y Petróleo Armand Delon.
Pero otras informaciones hablan de que aún quedan inventarios. En noviembre, expertos petroleros dijeron que Pdvsa había acumulado una gran cantidad de inventario de diésel para abastecer el mercado interno hasta abril del año 2021.
Juan Szabo, exvicepresidente de Exploración y Producción de Pdvsa, indicó que el diésel ha venido a Venezuela por operaciones de swaps en volúmenes muy por encima de la demanda, lo que ha hecho que los inventarios están a plenitud o llenos.
«Ahora, si es verdad que no habrá operaciones de intercambio de crudo con diésel en el mercado internacional por parte de Pdvsa, pero habrá producción esporádica de diésel a través de los intentos por reactivar la refinación en el país, así como el inventario acumulado, por lo que hay suficiente diésel para bien entrado el año 2021, hasta el mes de abril, aproximadamente«, dijo en el foro virtual Propuesta para recuperar la industria petrolera, organizado por la Asamblea Nacional (AN) presidida por Juan Guaidó.
Los regalos no paran
A pesar de la suspensión de las importaciones y la escasa producción en las refinerías nacionales, el gobierno de Maduro continuó enviando combustibles a Cuba. Los envíos de diésel de Pdvsa a la isla promediaron alrededor de 4.000 barriles por día en los últimos tres meses del año, una pequeña fracción del total de 75.000 bpd que envió a Cuba durante ese período, según muestran documentos internos de la petrolera revisados por la agencia de noticias Reuters.
Siete tanqueros despachó el régimen de Maduro hacia Cuba en el mes de Octubre
Sandino: (2)
Icaro
Terepaima
Petion
Teseo
AliciaCombustibles y crudo para las compañías militares sancionadas Cubametales y Cupet
➡️ Sanciones no derrocan tiranías#2Nov#Venezuela
Por fecha (TL)⬇️ pic.twitter.com/IdulNUeQIA— Armand Delon (@DelonArmand) November 2, 2020
El representante especial de Estados Unidos para Venezuela e Irán designado por Trump, Elliott Abrams, ha señalado esos envíos como una señal de que «el régimen siente que sus suministros son suficientes».
En octubre, Abrams informó que estaban «tratando de impedir la exportación de crudo del régimen de Maduro, y una de las maneras de frenarla es evitar que intercambien productos por ella. Hemos estado en contacto con aquellos involucrados en ese tipo de transacciones y descubrimos que están dispuestos a cumplir con las sanciones de Estados Unidos».
Reuters informó el 19 de enero que representantes de proveedores de combustible a Venezuela, importadores de petróleo venezolano y grupos de defensa dijeron que planean presionar al gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que revierta la prohibición de los intercambios de crudo por diésel.
De acuerdo con la agencia Argus Media, la nueva administración estadounidense considera la posibilidad de restablecer los intercambios de crudo por diesel. En su audiencia de confirmación del Senado el 19 de enero, el secretario de Estado nominado Tony Blinken dijo que la administración respalda ampliamente la política de presionar a Caracas para que celebre nuevas elecciones, pero «creo que hay más que debemos tratar de hacer en términos de asistencia humanitaria, dada la tremenda sufrimiento del pueblo venezolano».
Producción nacional
Antes era tanta la producción local que se generaban excedentes que se exportaban hacia distintos mercados internacionales. De acuerdo con una nota oficial de Pdvsa, de fecha septiembre de 2004, se había logrado aumentar la producción de 32 millones a 40 millones de barriles diarios de diésel en la Refinería El Palito, lo cual le permitió «despachar un cargamento de 150.000 barriles, en el buque tanque Stena Consul de bandera de las Islas Bermudas, hacia Panamá».
De los 170.000 barriles diarios que actualmente produce el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), 20% es diésel, es decir, unos 34.000 barriles diarios. En Puerto La Cruz, al oriente, de los 60.000 barriles diarios, 12.000 son de diésel, de acuerdo con el secretario de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Iván Freites.
«Todo esto nos da un aproximado de una producción diaria de 46.000 barriles de diésel. El consumo nacional está por el orden de los 140.000 barriles por las plantas eléctricas y el transporte, por lo que tenemos un déficit de 94.000 barriles. Por eso es que no les están abasteciendo a algunos sectores del país».
La actual producción nacional de diésel se ubica ligeramente por encima de la de gasolina. En todo 2020 solo se produjo gasolina en 120 días, solo en la Refinería de Cardón, en Falcón. La producción en este período fue de 25.000 barriles diarios, en promedio, lo que significa que, si se lleva a los 366 días que tuvo el 2020, el promedio baja a 8.000 barriles diarios. Este monto ni siquiera es el 10% del consumo interno.