Familiares del capitán Luis De La Sotta denuncian que sigue siendo víctima de Torturas
En la audiencia de presentación el Capitán Luis de la Sotta denunció las torturas y se declaró inocente. La respuesta de la Juez ante esta situación fue que las torturas no eran de su incumbencia y lo devolvió a los sótanos del cuerpo de inteligencia militar
Faltando 48 días para que se cumplan cuatro años del 18 de mayo del 2018, cuando funcionarios de la División de Contrainteligencia Militar (Dgcim) llevaron a cabo la detención del capitán de navío Luis de la Sotta, su familia sigue denunciando su grave estado de salud y el sometimiento constante a torturas.
Al capitán señalado presuntamente de haber incurrido en los delitos de rebelión y traición a la patria, se le niega, según su familia, la atención médica necesaria. Por ejemplo, en el caso de octubre de 2021, después de más de tres años de su detención, un médico forense, sin practicarle los exámenes de laboratorio para su evaluación, determinó que se encontraba bien.
Hasta la actualidad permanece bajo detención “preventiva”, casi cuatro años después no ha tenido acceso a un proceso penal apegado al marco de la ley.
El largo tiempo que ha pasado desde su detención hasta la actualizada ha estado enmarcada por la violación de sus derechos fundamentales. En un recuento que hace Defiende Venezuela, se señala que, Desde su reclusión en el Dgcim de Boleíta, fue aislado, con restricción de alimentos, sin aseo personal y presentado a los tribunales 4 días después de su detención sin que la familia tuviera conocimiento de dónde estaba.
En la audiencia de presentación el Capitán denunció las torturas y se declaró inocente. La respuesta de la Juez ante esta situación fue que las torturas no eran de su incumbencia y lo devolvió a los sótanos del cuerpo de inteligencia militar.
Consiguientemente estuvo aislado 32 días en el “cuarto de los locos”, durante este tiempo fue golpeado con palos de madera entre cuatro torturadores, quienes además le aplicaron asfixia mecánica con una bolsa plástica, electrocución y polvo lacrimógeno en los ojos.
Pasó tres meses en una celda hincado, con la puerta cerrada, recibiendo escaso alimento a través de una ventanilla, sin acceso al sol, sin actividad física ni intelectual, con una luz artificial encendida día y noche. Hasta el mes de septiembre, cuando le facilitaron acceso diario al baño, solo le permitían asearse los sábados.
Actualmente, consecuencia de las torturas recibidas y las condiciones insalubres de detención, el capitán De La Sotta se contagió de covid-19, sin que le fuera suministrada atención médica.
La salud del Capitán De La Sotta se ha deteriorado. El 21 de marzo de 2021, fue trasladado a otras instalaciones de la Dgcim en Fuerte Tiuna, donde sigue bajo la custodia de sus torturadores. Desde Defiende Venezuela exigen su liberación.
*Lea también: Trabajadores y jubilados del sector salud protestaron por «imposición del salario»