FAO reanuda programa de ayuda a familias pobres tras dudas sobre manejo de los fondos
La ayuda de la FAO consiste en la transferencia de un monto equivalente a aproximadamente el 60% de la canasta alimentaria de Venezuela para una familia de cinco miembros durante un mes
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció la reanudación de un programa de transferencias monetarias a familias con escasos recursos económicos, suspendido desde enero.
«La FAO y el Programa de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea desarrollan el Programa de Transferencia Monetaria para proveer alivio a hogares vulnerables que practican la agricultura familiar en el estado de Lara», afirmó FAO Venezuela en una publicación de Twitter.
En esta fase de reanudación se centraron en ayudar a familias dedicadas a la agricultura en Lara, con beneficios principalmente dirigidos a personas con discapacidad y a mujeres agricultoras de las zonas urbanas y periurbanas del municipio Andrés Eloy Blanco.
Según informó la dirección venezolana de la FAO, la ayuda consiste en la transferencia de un monto equivalente a aproximadamente el 60% de la canasta alimentaria de Venezuela para una familia de cinco miembros durante un mes.
De acuerdo con el último estudio del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV), que calcula el valor de la canasta familiar mensualmente, en febrero una familia necesitaba 535.756.684 bolívares. Este monto equivale a unos 294 dólares, calculados con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
La canasta además representa unos 446 salarios mínimos, legalmente establecido aún en 1.200.000 bolívares. Esta cifra evidencia que el grueso de la población venezolana no tiene la capacidad de adquirir ni siquiera los productos básicos esenciales para garantizar su derecho a la alimentación.
Por este motivo, las ayudas de la FAO son pertinentes. Según la organización «facilitará a los beneficiarios acceso a alimentos para una dieta más rica y equilibrada», mediante la transferencia de fondos a través de una tarjeta electrónica.
En la 1ra jornada, alcanzamos a hogares, en su mayoría, encabezados por personas con discapacidad y mujeres agricultoras de las zonas urbana y periurbana del municipio Andrés Eloy Blanco #Lara #Venezuela. pic.twitter.com/zZhlIBQUHv
— FAO VENEZUELA (@FAO_Venezuela) March 22, 2021
Programa de la FAO suspendido
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) había tomado la decisión de suspender, de manera temporal, las transferencias monetarias a Venezuela ante dudas que surgieron sobre el manejo de los fondos que se destinaban a Venezuela.
En un comunicado del organismo internacional, explicaron que tomaban la decisión obligados por la «falta de claridad» con respecto al uso de esta modalidad, refiriéndose principalmente al marco regulatorio existente en Venezuela.
«En vista de la falta de claridad sobre el marco institucional financiero/bancario respecto al uso de la modalidad de Programas de Transferencias Monetarias dentro de las actividades del Plan de Respuesta Humanitaria, nos vemos en la necesidad de suspender de forma temporal las transacciones monetarias», indicaron.
Por esta razón, aclararon que trabajarían con las autoridades venezolanas para acordar el uso de un procedimiento que se adecuara al marco jurídico del país. La ONU resaltó que era necesario alcanzar un acuerdo con el gobierno venezolano si querían retomar el apoyo.
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El programa de transferencias beneficia a organizaciones que se encargan de ayudar a ejecutar acciones humanitarias. Estas ONG han sido señaladas y perseguidas por el gobierno de Nicolás Maduro en los últimos meses.
El diputado a la Asamblea Nacional administrada por el chavismo, Diosdado Cabello, ha acusado a las ONG de ser fachadas para recibir fondos que se utilizan en la desestabilización del gobierno chavista, y ha ordenado la investigación de varias organizaciones humanitarias.
En enero incluso se procedió al arresto de los miembros de la ONG Azul Positivo, que se encargaba de ayudar a pacientes de VIH en Zulia y otorgaba ayudas alimenticias a familias menos favorecidas en ese estado. La comunidad internacional rechazó ampliamente esta decisión y exigió la liberación de estos presos de conciencia, nominación que les dio Amnistía Internacional.
Rechazo del chavismo a la ayuda humanitaria
Por otra parte, el chavismo ha mantenido una relación ambivalente con respecto a la ayuda humanitaria. El gobierno de Maduro ha evitado en diversas ocasiones el ingreso de alimentos y medicinas, bajo la justificación de que «Venezuela no necesita migajas», rechazando que exista una crisis humanitaria compleja en en país.
Este fue el argumento que utilizó para bloquear la ayuda humanitaria que intentó importar el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015 y mandatario interino, Juan Guaidó, en febrero de 2019.
Con la llegada de la pandemia, Maduro modificó su narrativa y afirmó que recibiría con brazos abiertos ayuda humanitaria, mientras promocionaba con orgullo insumos que llegaban al país desde China y Rusia; pero desconocía los provenientes de Estados Unidos, gestionados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Entre tanto, un acuerdo se fraguaba entre el gobierno de Nicolás Maduro y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, el cual consistía en proveer comida a Venezuela para palear la crisis alimentaria. Sin embargo, este pacto sería bloqueado por el mismo mandatario, ya que no tendría control sobre la distribución de la comida.
A mediados de octubre, las negociaciones llegaron a un acuerdo tentativo, pero se trabaron cuando Maduro insistió en apoderarse de los insumos que enviaría el PMA y otros grupos internacionales, aunque la condición del organismo es que la distribución sea neutral, sin intereses políticos.