Feliciano Reyna: Se necesita con urgencia que Programa Mundial de Alimentos entre al país
El activista de DDHH indicó que posiblemente en septiembre entre a Venezuela una representación técnica de este programa mundial para enfocarse primariamente en la alimentación escolar
El directivo de la ONG Acción Solidaria y activista de Derechos Humanos, Feliciano Reyna, explicó este miércoles 12 de agosto que varias organizaciones están sacando un documento para remarcar la necesidad de mayor cooperación internacional respecto a la ayuda humanitaria que necesita Venezuela. Indicó que no son tantos los países que están incluidos en el grupo que necesita este tipo de respaldo, aunque sí remarcó que nuestra nación está dentro.
Recordó que Mark Lowcock, coordinador de Socorro en Emergencias de la ONU, había mencionado a nuestra nación que veníamos desde finales de 2015 derivando de una «emergencia humanitaria compleja», que lo que significa es «ir perdiendo capacidades de protección a la población en una serie de áreas» que en la nación se evidencia en el acceso a alimentos, que deriva en hambre; falta de acceso a la salud y de los servicios públicos.
La situación ha establecido un fenómeno migratorio masivo, que debido a la pandemia por el coronavirus, muchas personas se han visto afectadas por el recrudecimiento de las condiciones económicas en los países de acogida, que ha provocado el regreso de varios.
Señaló que el esfuerzo de reconocerse la ayuda humanitaria por parte del Ejecutivo -que posteriormente admitió- fue positivo porque empezaron a crecer los espacios de apoyo de organismos multilaterales, que nos permite tener más acceso a la ayuda pero la misma «sigue siendo insuficiente».
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Subrayó que anualmente se saca el «Panorama de Necesidades Humanitarias», que deriva en el «plan de respuesta humanitaria del país». En ese sentido, dijo que se determinó en 2019 que cerca de siete millones de personas estaban en necesidad «y se hizo una solicitud de 223 millones de dólares pero no llegó a entrar recursos en esa solicitud del sistema por más del 30%», refirió en entrevista con Vladimir Villegas en el programa «Vladimir a la Carta».
Manifestó que para 2020 el plan comprende la petición de unos $762 millones, de ese monto solo ha llegado el 5% porque «pasaron seis meses para que saliera». Sin embargo, dijo que no significa que no entren recursos por otro lado que lleguen a organizaciones de la sociedad civil.
Destacó que el dinero no llega al país, sino que llega a las agencias y ellas adquieren los insumos para importar y llevárselos a las personas que lo necesiten. Refirió el acuerdo entre la administración de Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que llegó a unos 14 millones de dólares, solo ha alcanzado para cuatro hospitales donde se atienden a pacientes con coronavirus y que «deja por fuera todo el resto de las condiciones de salud que necesitan también atención en centros de salud pública».
Feliciano Reyna enfatizó que hay unas 130 personas y 30 organizaciones que piden la entrada a Venezuela del Programa Mundial de Alimentos porque «es la gran agencia logística y con el mandato específico de apoyar en los temas alimentarios a los países en los que hace falta ese rubro».
Hizo hincapié que Venezuela está en el cuarto lugar en términos de personas de necesidad, según un análisis expuesto en el Informe Global sobre Crisis Alimentarias de 2020 donde unas 9,3 millones de personas -un 32% de la población- estaban en inseguridad alimentaria, mientras que 17 millones más estaban en riesgo de entrar a ese grupo.
«Si queremos implementar las políticas necesarias para que las personas se protejan respecto de la pandemia, por ejemplo esto que se habla tanto de quedarse en casa, no pueden hacerlo sino es con apoyo internacional que permita esa movilización de alimentos y pueda decirse que se queden en casa porque hay alimentos para varios días», recalcó.
Cree el Programa Mundial de Alimentos puede estar respaldando en la cadena agroproductiva del país, junto a los productores, las cámaras y el Estado, donde puede traer insumos, semillas y hasta la gasolina para lograr la movilización humanitaria y que los productos lleguen a los comercios cercanos a los hogares. También puede combinarse con la transferencia de dinero a familias, luego de determinar la vulnerabilidad de la familia para recibir el ingreso.
Debe ir unido con otros programas que se enfocan en grupos vulnerables como el de alimentación escolar y una eventual ayuda a familias con niños menores de cinco años, que son víctimas de malnutrición.
Alertó que el programa de alimentos CLAP ha tenido «algunas menciones», pero según varios beneficiarios reportan que su distribución es «menos frecuentes y que sus contenidos son también menos adecuados para una población con necesidad alimentaria». Expresó que si llega a entrar el Programa Mundial de Alimentos al país, el mecanismo del CLAP no es el más idóneo por tener condicionamientos para su entrega.
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Reveló que viene a Venezuela un equipo técnico de la ONU posiblemente para septiembre, según información extraoficial, para establecer una presencia más organizada de este programa alimentario, aunque al parecer se enfocaría primariamente en el tema del programa de alimentación escolar -que se implementaría a más tardar en noviembre-.
Aseguró que la pelota está en manos de la administración de Nicolás Maduro, quien es el que autoriza la entrada y el «abanico de programas» a aplicar en el país. A pesar de saludar la iniciativa de iniciar por las escuelas para brindarle alimentación a los alumnos, «el problema es que tenemos el tiempo en contra. El cronómetro va a tal velocidad en contra nuestra que no hay tiempo para decir que funcionó el programa de alimentación escolar».
Por ello, dijo que la crisis en este sector puede producir «unos efectos tan graves sobre gran parte de la población», que solicitan que la activación del plan se haga de una forma más amplia a través de los permisos y que además, se requiere de dinero para aplicar y que debe venir de la comunidad de donantes internacionales.
Reyna también expresó que así como la ayuda para garantizar una alimentación adecuada para los venezolanos es imperativa, también lo es la ayuda para todo el sector de la salud, «si todo esto no se atiende podría acarrear daños irreversibles en la población».
Reiteró que el sector de la salud no sólo requiere apoyo internacional para cubrir la demanda de afectados por el covid-19, sino también para los pacientes con otras afecciones. «Estimamos que pasa de 10 millones de personas en Venezuela que tienen condiciones de hipertensión, diabetes. parkinson, cáncer, malaria, etc, que requieren ser atendidos más allá del coronavirus», detalló.
Finalmente denunció la crítica situación de los hospitales venezolanos que no cuentan ni siquiera con los servicios básicos, como lo es el agua. «Más del 30% de los centros de salud en Venezuela no tienen agua».
Feliciano Reyna indicó que al menos dos pacientes con VIH han fallecido durante la pandemia, pero su muerte puede estar asociada a otras condiciones de base. «Un VIH controlado no tendría por qué significar que se afectara una persona por coronavirus y eso la llevara a agravarse. Pero sí hay que pensar y habría que ver las edades y las condiciones conexas en el caso de las personas que han fallecido (…) porque con los tratamientos hay más tiempo de vida».
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