FMI prevé una caída de 15% de la economía venezolana en 2020

En su reporte Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI entregó su primera evaluación sobre el desempeño económico tras las cuarentenas y cierres de negocios en el mundo por el covid-19. A nivel global, prevé una contracción del 3% para este año
La economía de América Latina se contraerá un 5,2% este año, abrumada en especial por el desplome de los precios de las materias primas que la sustentan, en medio de la crisis global por las restricciones para contener la pandemia de coronavirus, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Apenas hace dos meses y medio, el Fondo con sede en Washington indicó que esperaba un crecimiento de 1,6% para la región, que ya mostraba evidencias de una lenta actividad, indicó Reuters.
Esta vez, en su reporte Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) de abril, el organismo entregó su primera y desoladora evaluación sobre el desempeño económico tras el inicio de las cuarentenas y cierres de negocios en todo el mundo como resultado del covid-19. A nivel global, prevé una contracción del 3% para 2020.
El Fondo añadió que Venezuela, la nación petrolera sumida en una crisis hace años, presentó una alarmante baja de su Producto Interno Bruto (PIB) de 35% en 2019 y se dispone a contraerse un 15% adicional este año. Mientras que para 2021 estima una caída de 5%.
Con esta previsión, la economía venezolana experimentará su séptimo año de recesión y habría perdido 75%, aproximadamente, de su tamaño. Cálculos de expertos señalan que hasta 2019, el país habría caído 67% de su PIB.
En otras proyecciones, el organismo prevé que la economía venezolana continuará en un proceso hiperinflacionario que comenzó hace dos años y medio, y calcula que en 2020 cerrará con una tasa de inflación de 15.000%. Cifra que luce muy alejada del promedio de la región de 6,2%.
México, cuyo PIB declinará 6,6% -en comparación con el cálculo previo del FMI de un avance del 1%- aparece como uno de los países más golpeados entre las grandes economías latinoamericanas, afectado por el derrumbe de los precios del petróleo y las consecuencias de la recesión esperada en su principal socio comercial, Estados Unidos.
En tanto, Brasil presentaría una baja de 5,3% en su producción este año, luego de haber crecido un 1,1% en 2019, dijo la entidad, que espera un repunte del 3,4% en la actividad conjunta de la región si se cumple su escenario base de un gradual retorno a la normalidad hacia fines de este año.
Las economías emergentes y en desarrollo afrontan los impactos más severos si sus condiciones financieras ajustadas persisten o continúan los efectos paralizantes de cierres de negocios y desempleo extendido», dijo Gita Gopinath, consejera económica del Fondo, en el informe.

Informalidad
La economía global está sufriendo una devastación causada por la pandemia del covid-19, que se inició en China en diciembre del año pasado y se expandió por el mundo hasta contagiar a más de 1,6 millones de personas y causar la muerte de más de 100.000.
Tanto economías ricas como países emergentes han lanzado un conjunto de billones de dólares en estímulos económicos y asistencia fiscal para socorrer a sus poblaciones y sectores financieros, pero muchos organismos globales y autoridades aún permanecen en la incertidumbre sobre el alcance de la crisis.
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El FMI – que se refirió al actual periodo como «El gran confinamiento» -destacó en particular la vulnerabilidad de las naciones de Latinoamérica por tener vastos sectores de economía informal, que deja instantáneamente a millones de personas sin empleo ni protección estatal; a lo que se suman sus débiles posiciones fiscales.
Otro factor de preocupación es la caída de los precios de las materias primas. El FMI estima que, en promedio, los metales industriales que exporta Sudamérica perderían un 10,2% de su valor este año y un 4,2% adicional en 2021.
Argentina, la tercera economía latinoamericana, sufriría un declive aún mayor de su PIB al 5,7%, luego de haberse encogido ya en 2,2% el año pasado, en medio de un complicado escenario fiscal y de deuda, exacerbado por los severos límites al movimiento de personas dispuestos por el Gobierno.