Fondos de inversión se convierten en «microbancos» para financiar a emprendedores
La Bolsa de Valores de Caracas se presenta como una opción para el financiamiento a los negocios de emprendimientos en Venezuela desde 2019. Varios fondos de inversión se acercaron a este mercado para atender a sectores específicos como la pequeña y mediana empresa, la agroindustria y a los emprendedores. En 2023 se ampliará además para otros inversionistas el número de productos a ofrecer en el corro capitalino como los certificados bursátiles y el factoring, éste último de vuelta después de muchos años
El mercado de capitales venezolano apoya al crecimiento de los emprendedores al servir de intermediario en la búsqueda de financiamiento. Desde 2019 la Bolsa de Valores de Caracas (BVC) se presenta como una alternativa para aquellas personas naturales o jurídicas, grandes o pequeños, que no tienen posibilidades de acceder a un crédito bancario debido a las limitaciones de este sector.
Varios factores han causado un mayor dinamismo en la BVC, entre ellos, los cambios de hábitos en el consumo de los venezolanos debido a los trastornos ocasionados por el proceso hiperinflacionario en el país que duró tres años y, la desordenada dolarización de facto. También, el crecimiento del mercado de capitales ha estado dominado por las flexibilizaciones de las normativas por parte de las autoridades. Es decir, su crecimiento no está tan ligado a una efectiva reactivación económica, sino a costa de la imposibilidad de la banca de entregar más préstamos afectada por la política monetaria del Banco Central de Venezuela con el encaje legal.
En este escenario, varios fondos de inversión se acercaron al mercado de capitales para obtener recursos que les permita acompañar financieramente a sectores como la pequeña y mediana empresa, la agroindustria y a los emprendedores. Entre ellos, se cuenta a AlAlza Inversiones, Fivenca, Impulsa Agronegocios y Montesco Fondo Agroindustrial.
Estas empresas de promoción de inversiones se han aliado con un ente institucional como lo es la Bolsa de Caracas para llegar a las pymes y pequeños emprendedores.
«Hemos ido hacia una financiación a través de los bonos privados (operaciones de renta fija) y vemos que ha crecido significativamente ese mercado. Tenemos varios fondos que vinieron a captar recursos dentro de la Bolsa para otros proyectos específicos, eso no se había visto antes, estamos hablando que son microbancos», destacó Gustavo Pulido, presidente de la BVC.
Señaló que se cuenta entonces con un nuevo segmento de mercado y se prevé que para 2023 se pongan en marcha nuevos productos como los certificados bursátiles y el factoring.
Ya en la Bolsa se puede tener acceso a diversos instrumentos como los papeles comerciales, las obligaciones quirografarias, las titularizaciones, el pagaré bursátil que fue autorizado por la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval) en octubre de 2018 y la emisión de acciones en bolívares y en dólares (renta variable).
Para el desarrollo del ecosistema de emprendimientos que se está generando en el país, los fondos de inversión buscan no solo acompañarlos desde el punto de vista financiero, sino también en aspectos operativos y de mercadeo de productos y servicios.
Rafael Álvarez Loscher, socio director de la Firma de Consultoría Legal Corporativa, sostiene que el emprendedor como tal no puede acceder directamente al mercado de capitales, pero sí puede hacerlo de la mano de estos fondos de inversión.
Resaltó que la Bolsa plantea un conjunto de oportunidades que se han empezado a decantar como mecanismos de inversión. Esto hace que sea atractivo para las empresas hacer una emisión de deuda para levantar capital para un determinado plan. En el caso de los emprendedores, toda vez que hay una configuración legal con el Código de Comercio, que exige diversos trámites para constituir una empresa, no le queda otro camino que buscar un mecanismo para empezar en su proceso de formalización y en Venezuela ese proceso también resulta costoso.
Por otra parte, la Ley de Emprendedores que ha creado el gobierno va dirigido a una compañía pequeña o muy artesanal, le permite registrarse y le ofrece beneficios fiscales por dos años. Por lo que el único financiamiento que puede optar ese emprendedor durante ese período es el tradicional como un crédito bancario o un capital proveniente de socios, amigos o familiares.
«El problema de cómo se financia el emprendimiento si llega a un proceso de madurez, es decir, cómo dar el próximo paso para seguir creciendo. Aquí es donde llegamos tarde a una fiesta que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo en otros países y es el de los fondos de inversión privado y el venture capital que permiten el acompañamiento a un emprendimiento o a una pequeña empresa en sus etapas de crecimiento», apuntó Álvarez Loscher.
A su juicio, la incorporación de capital privado o de fondos permite el desarrollo de más y mejores ideas, de sinergia, de intercambio de conocimiento y de tecnología, y a la final se traducen en soluciones para el consumidor y para el mercado. «Es por ello que cuando se está en una etapa muy incipiente en el emprendimiento no se puede llegar de forma directa al mercado de capitales, hasta tanto no madure o crezca y no transite por varias etapas para su formalización como empresa. En este sentido, es una opción los fondos de inversión y algunas startups que están trabajando mecanismos de financiación».
Estos son hasta ahora los fondos de inversión que operan en la Bolsa de Valores de Caracas a los que pueden acudir los emprendedores:
AlAlza Inversiones: es una empresa emisora en el mercado de valores que objetivo de aportar al desarrollo económico del país a través del desarrollo del sector de préstamos privados. Está regulado por la Sunaval. Sus líneas de financiamiento estarán enfocadas en microcréditos, factoring, sector agrícola y franquicia de bodegas.
«Esta idea la venimos cocinando a fuego lento desde hace unos años. Y desde el punto de vista operativo contó con un piloto en el Barrios José Félix Ribas de Petare, donde a través de la fundación CIMA, otorgamos 500 microcréditos a emprendedores de la zona, con una tasa de morosidad de 1,2%» comentó Óscar Doval, presidente del grupo en una nota de prensa publicada a mediados de 2022.
Fivenca Fondo de Capital Privado clase B: Fivenca busca diversificar su rol en el mercado venezolano, más allá de la casa de bolsa, para posicionarse también como una banca de inversión y aceleradora de emprendimientos en Venezuela. fase, Luego de 20 años de trayectoria, dirige la mirada a empresas de servicios que están surgiendo en el país para potenciarlas con su experiencia y conocimiento.
«Los venezolanos dejaron de soñar por un país mejor para empezar a construirlo y Fivenca quiere formar parte de eso. Estamos tomando el liderazgo en este ecosistema de emprendimientos que ocurre en Venezuela, con foco en aquellos que mejoren la calidad de vida de los habitantes», afirmó José Gregorio Tineo, presidente de Grupo Fivenca en unas declaraciones dadas anteriormente.
Impulsa Agronegocios clase B: tiene sus orígenes en la conformación de una Sociedad en Promoción que fue inscrita ante la Sunaval con el fin de obtener su capital de trabajo a través de la venta de acciones en el mercado de valores nacional. En abril de 2022 fue protagonista de un hecho que desde hace 10 años no se presentaba en el campo bursátil, inscribir sus acciones en la pizarra de cotizaciones de la BVC.
El objetivo de Impulsa Agronegocios es promover redes empresariales a través de las cuales se ofrezca liquidez a empresas que se desempeñan dentro del ámbito agroalimentario (materias primas, productos y servicios). Permitiéndole a los inversores darle rendimiento a su capital a través de la rama más importante del país, como lo es el sector alimentos.
Montesco Fondo Agroindustrial clase B: dirigido a apoyar a los productores y empresas agroindustriales de café, cacao y maíz. Esta compañía se plantea invertir en proyectos específicos, aprovechando los ciclos de cultivo y procesos industriales para lograr la óptima rentabilidad de su inversión.
El presidente de Montesco Fondo Agroindustrial, Víctor Castejón, señaló en la sede de la Bolsa de Caracas cuando la empresa se incorporó a este mercado a finales de 2021, que los productos y servicios que se enfocarían serían insumos para la cosecha; maquinaria, para la producción agropecuaria y agroindustrial; títulos valores e inversión directa, participación y asociación estratégica en proyectos y empresas agroindustriales.
Vuelve el factoring
Sobre los planes de la Bolsa de Caracas para 2023, su presidente Gustavo Pulido indicó que en el primer trimestre del año esperan contar con nuevos productos basados en lo que se conoce internacionalmente como el factoring y los certificados bursátiles.
El factoring es un contrato mediante el cual una empresa traspasa las facturas que ha emitido y a cambio obtiene de manera inmediata el dinero, normalmente se trata de factura con pago a largo plazo. En Venezuela fue utilizado por Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en el pasado, aunque no se negociaban en la BVC.
Mientras que los certificados bursátiles son títulos de crédito que empresas privadas y públicas, ponen en circulación en el mercado de valores para obtener recursos, ya sea para comenzar o concretar un proyecto, un negocio o una actividad. Estos certificados se pueden realizar en múltiples emisiones, dependiendo de cuál sea su monto, plazo, unidad de referencia, tasa de interés, mecanismo de colocación, entre otros.
«Vamos a poder descontar facturas a través de la Bolsa y ofrecer los certificados bursátiles que no son objeto de oferta pública, pero que de acuerdo a la ley se pueden transar en Bolsa», indicó Pulido.
Cifras dadas de la BVC señalan que hasta noviembre de 2022, los montos negociados en el mercado accionario (renta variable) fueron equivalentes a 34,9 millones de dólares para un incremento de 67,8% con respecto a 2021 ($20,8 millones); mientras que en el mercado de renta fija llegaron a 39,7 millones de dólares este año, un 201,5% más que en 2021 ($13,7 millones).
El panorama para este 2023 es que continúe este crecimiento y que las operaciones en renta fija sigan aumentando. La estimación que el monto negociado en este mercado llegue a $75 millones.
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