Gobierno de Líbano renuncia en pleno tras protestas por explosión en Beirut
El daño y la devastación causados por la explosión se extienden por varios kilómetros de distancia, afectando un tercio de la ciudad y dejando unas 300.000 personas sin hogar
El primer ministro del Líbano, Hassan Diab, anunció este lunes la renuncia del Gobierno en bloque, luego de una poderosa explosión en el puerto de Beirut la semana pasada que causó al menos 160 personas y más de 6.000 heridos y que despertó la indignación pública con los líderes del país de Oriente Medio, reseñó Reuters.
«Anuncio hoy la renuncia de este Gobierno», indicó Diab en un mensaje a la nación en el que habló de la lucha contra los corruptos y la necesidad de tener un Ejecutivo de salvación nacional, según EFE.
El gobierno encabezado por Diab había sido formado en enero pasado con el apoyo de la milicia proiraní Hezbolá.
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Los ministros de Información, Ambiente y Justicia habían renunciado al gabinete durante el fin de semana, así como varios parlamentarios. El presidente del país, Michel Aoun, escribió en Twitter tras el suceso que era «inaceptable» que hubiera 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas de forma insegura.
Protestas
Tras la explosión, la indignación de los libaneses por lo ocurrido el martes 4 de agosto en la capital hizo que cientos protestaran el viernes 7 fuera del Parlamento para pedir la renuncia del Gobierno.
Mientras los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes en medio de los escombros, algunos grupos manifestantes se enfrentaron con la policía en las calles de Beirut, cerca del Parlamento. Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos a las piedras y barricadas de algunos que, como venía ocurriendo desde hace varios meses, pedían la renuncia del Gobierno y la salida a una crisis que ya tenía al país contra las cuerdas desde antes de la explosión.
Explosión en Beirut
Se cree que la causa de la explosión, que además dejó en escombros sectores enteros de la capital libanesa, fue una gran concentración de nitrato de amonio almacenada sin la seguridad pertinente.
El daño y la devastación causados por la explosión se extienden por varios kilómetros de distancia, afectando un tercio de la ciudad y dejando unas 300.000 personas sin hogar, destacó BBC Mundo.
Ya había crisis
Antes de la masiva explosión en Beirut, Líbano acumulaba ya un año de desgracias que había sumido el país en una profunda crisis tanto económica como social, considerada como uno de sus peores momentos desde la larga guerra civil que duró de 1975 a 1990.
Incluso antes de que la pandemia de coronavirus a principios de este año, Líbano parecía encaminarse a un colapso. El desempleo se situó en 25% y casi un tercio de la población vivía por debajo del umbral de pobreza. A esto se suman graves fallas en los servicios básicos de agua potable y energía, que sufren cortes de forma cotidiana. Además, la pandemia del covid-19 estaba ejerciendo fuertes presiones sobre el sistema sanitario del país.