Gobierno no busca pleito, por Simón Boccanegra

El miércoles fue uno de esos días malditos, de los cuales ha estado tan llena la historian de estos años. Nuevamente salieron a relucir las armas y el saldo final fue de tres muertos y un grupo grande de heridos de bala. Ya de por si lo ocurrido es muy grave. Tres muertos y un montón de heridos de bala no es concha de ajo.
Esto hay que detenerlo aquí porque si estos eventos toman cuerpo el país puede volver a vivir episodios de violencia que desde hace rato se habían mitigado bastante. Hay que hacer un llamado a los distintos sectores enfrentados para que de la panoplia de sus instrumentos de pelea sean sacadas las armas de fuego. Con plomo no se juega. Lo ideal, desde luego, es que no haya conflicto violento de ninguna clase, pero ya que las cosas han comenzado a ir por donde cogieron el miércoles, un soplo de sindéresis, de mero sentido común y hasta de instinto de supervivencia, debería tener lugar para evitar que esto se desmadre, evitando que el ladrido de las armas de fuego sustituya los gritos y las invectivas de costumbre y hasta los puñetazos, y, como hace dos días apenas, vuelva el luto a ensombrencer hogares venezolanos. De lo contrario, insistimos, una atmósfera siniestra puede comenzar a envolver al país. No es cuestión de repartir culpas, pero si es necesario señalar que la principal responsabilidad en garantizar la paz corresponde al gobierno. A la violencia anarcoide no es posible responder sólo con la violencia institucionalizada. Al gobierno corresponde la responsabilidad fundamental de impedir que grupos sueltos de todos los colores vuelvan un caos la vida del país, pero su cometido fundamental es evitar que grupos que se declaran afines al oficialismo actúen como propiciadores del clima de violencia, porque sobre estos puede actuar directamente, llamarlos a la razón y desarmarlos.
Gobierno no busca pleito, decía el general Gómez (que bastante pleito buscó, por lo demás), pero tenía razón.