Gobierno rellena cajas CLAP con maíz para cotufas
En comunidades de Caracas, beneficiarios siguen a la espera del subsidio. En el barrio José Félix Rivas, en Petare, donde más de 400 familias dependen del CLAP para medio comer, debió llegar el 28 de junio
En vez de surtir las cajas de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) con algún producto de primera necesidad, el gobierno de Nicolás Maduro decidió agregar al escaso contenido de su programa bandera un paquete de maíz para cotufas.
El sábado 6 de julio, familias que residen en La Concordia, en el centro de Caracas, recibieron cuatro empaques de 200 gr de pasta, tres atunes, dos kilos de arroz, apenas un paquete de harina de maíz precocida, una arveja, un aceite, un kilo de leche y el maíz para cotufas.
“¿Quién desayuna, almuerza o cena con eso? Es una ridiculez que ahora las cajas traigan maíz para cotufas, eso no es ningún sustituto de nada”, dijo Mariela Rivas, beneficiaria
Antes la caja que llegaba al sector contenía caraotas, lentejas, cuatro kilos de pasta, cinco kilos de harina de maíz y dos aceites. “Lo que ahora recibimos no alcanza y obligatoriamente tenemos que comprar los productos en la calle para comer. Y la leche que viene en la caja es de muy mala calidad, intomable”, añadió la vecina de La Concordia, quien vive con su pareja y sus dos hijas.
A los trabajadores de Bolivariana de Puertos (Bolipuertos) en La Guaira también les entregaron una caja CLAP con dos paquetes de un kilo de maíz para cotufas. “Estoy molesto porque en vez de traer arroz, trajo maíz para cotufas. Con eso no almuerzo”, dijo el hijo de un empleado, quien solicitó el anonimato.
A la espera
En otras comunidades de la Gran Caracas los beneficiarios siguen a la espera del subsidio. Al barrio José Félix Rivas, en Petare, donde más de 400 familias dependen del CLAP para medio comer, la caja debió llegar hace más de una semana, el 28 de junio. Los beneficiarios cancelaron por la caja 6.000 bolívares antes del 20 de junio.
“No la hemos recibido y ya la gente está desesperada. Tuvo que llegar hace como diez días. Esa gente no come porque sus salarios no alcanzan para nada, a veces incluso ni para pagar los 6.000 bolívares que cuesta la caja. Algunas personas solo ganan 15.000 o 20.000 bolívares semanales que se les acaba en un kilo de harina”, dijo Rosiris Hernández, líder del CLAP en el barrio.
Pese a que llegan con retrasos y cada vez más vacías, costosas e incluso abiertas, la proporción de venezolanos que recibe la caja aumentó de 47% a 83% en los últimos doce meses, según Datanálisis.
Luis Vicente León, economista y presidente de la consultora, explica que el incremento también responde a la búsqueda del gobierno de Maduro de un mayor control social para evitar que se recrudezcan las protestas o la participación social en acciones convocadas por la oposición.