País donde hay torturas en cárceles inagurará prisión como «homenaje» a Nelson Mandela
Quizá es por desconocimiento, por falta de lectura, por negacionismo de la historia o porque el alma de represor no se la pueden sacudir, pero el Gobierno venezolano ha decidido bautizar con el nombre de Nelson Mandela una nueva cárcel. Lo anunció el Ministerio de Interior, con una visita al lugar del titular Remigio Ceballos.
El expresidente Sudafricano fue galardonado con el premio Nobel de la Paz (1993) -junto al exmandatario que lo libró en 1990 Frederick de Klerk-, entre otras distinciones internacionales por su aporte a las causas políticas, por su estoicismo que permitió acabar con el Apartheid, por su gestión para reunifircar a su país luego de la segregación racial contra la cual luchó. Pero el chavismo no tiene mejor manera de honrarlo que poniéndole su nombre a unos calabozos.
#7JUN || Como parte del fortalecimiento del Sistema de Justicia contemplado en la Gran Misión Cuadrantes de Paz, el vpdte. Sectorial A/J @CeballosIchaso1 visitó las instalaciones del próximo Centro de Detención Policial Nelson Mandela en Caracas.#VenezuelaEsUniónYCooperación pic.twitter.com/CVvNgfvHbC
— MPPRIJP (@MijpVzla) June 7, 2023
*Lea también: Testimonios de víctimas ante la CPI muestran al menos nueve delitos de lesa humanidad
Mandela fue un preso político que durante 27 años soportó cárcel, trabajos forzados y demás malos tratos. Fue condenado por «alta traición» por el gobierno sudafricano en 1964. «He luchado contra la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir, pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir», dijo durante el juicio que lo condenaría a prisión durante un tercio de su vida.
Pero en Venezuela su nombre ahora identifica un centro de reclusión manejado por un gobierno señalado de violación de derechos humanos, de tener cientos de presos políticos (muchos acusados de «traición»), de cometer torturas y de tener un sistema judicial podrido y politizado.
Todas acciones estatales que violan –oh, ironía– las llamadas «reglas Mandela», los lineamientos de las Naciones Unidas para el trato a reclusos. Mencionemos tan solo algunas de las que están sobre papel y que seguramente los funcionarios dirán que respetan, pero no:
- Ningún recluso será sometido a tortura ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
- Ninguna persona podrá ser internada en un establecimiento penitenciario sin una orden válida de reclusión.
- Los reclusos pertenecientes a categorías distintas deberán ser alojados en establecimientos diferentes o en pabellones diferentes dentro de un mismo establecimiento.
- Los locales de alojamiento de los reclusos, y especialmente los dormitorios, deberán cumplir todas las normas de higiene.
- La prestación de servicios médicos a los reclusos es una responsabilidad del Estado.
- Todos los establecimientos penitenciarios facilitarán a los reclusos acceso rápido a atención médica en casos urgentes.
- Los reclusos estarán autorizados a comunicarse periódicamente, bajo la debida vigilancia, con su familia y amigos.
- Todo recluso tendrá derecho a informar inmediatamente a su familia, o a cualquier otra persona que haya designado como contacto, de su encarcelamiento, su traslado a otro establecimiento y cualquier enfermedad o lesión graves, y recibirá la capacidad y los medios para ejercer ese derecho.
- Los reclusos en espera de juicio gozarán de la presunción de inocencia y deberán ser tratados de forma consecuente con dicha presunción.
En Venezuela las denuncias por condiciones inhumanas del sistema penitenciario abundan. Por ejemplo sobre el hacinamiento de 188% en cárceles de mujeres, o sobre las vacunas que exigen pranes dentro de las cárceles, o sobre la falta de alimentos, agua y medicinas en El Rodeo II, o sobre cómo se ignoran las órdenes de excarcelación.
Pero quizá lo más importante de esto es que en las cárceles venezolanas, para presos políticos y para presos comunes, se aplica la tortura y los tratos crueles. Así lo registra la Misión de Determinación de Hechos de las Naciones Unidas, la oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU, y este documental La República que Tortura:
Aquí pueden leer completas las «reglas Mandela», como recordatorio punto a punto del insulto que significa que el nombre de ese referente de la paz y la reconciliación sea usado para una cárcel en Venezuela.