Habitantes de Maturín pagan 15 dólares por cisterna para poder tener agua
En tres de las cinco parroquias urbanas del municipio Maturín reportan fallas en el suministro de agua que superan los 30 días de espera, por lo que los ciudadanos se han visto en la obligación de trasladarse a comunidades aledañas para poder llenar recipientes o costear el servicio dolarizado de cisterna para sus hogares
Autora: Carla Carrasquero
Habitantes de distintas zonas de Maturín, capital del estado Monagas, se ven afectados por la falta en el suministro de agua por tuberías, debido a las fallas en la Planta de Tratamiento del Bajo Guarapiche, que abastece todo el casco central de la ciudad y zonas aledañas. Las comunidades más afectadas se han visto en la necesidad de contratar camiones cisternas privados que les surtan de agua a precios dolarizados para abastecer sus hogares.
El 28 de febrero, durante la transmisión del programa número 21 de “Conectados con Ernesto”, el gobernador Ernesto Luna señaló que se han hecho “grandes esfuerzos, pero nuestro compromiso es reducir al mínimo la distribución de agua con los camiones cisternas. Nuestro pueblo merece tener el agua continua en sus hogares”.
Dos meses después, habitantes del sector La Murallita señalan que desde el 12 de abril no cuentan con el suministro y que -como en otras oportunidades- han permanecido más de 30 días sin el servicio. Betzy Rondón, habitante de la calle San Joaquín, comenta que tiene un tanque de agua de 2.000 litros en su vivienda que le permite surtirse durante cinco días cuando el servicio falla. Sin embargo agrega que “cada llenado por medio de cisternas privadas equivale al pago de 15 dólares”.
Quienes no cuentan con esta opción recurren a los vecinos para el llenado de algunos recipientes para consumo diario, y la mayoría se ha visto en la necesidad de cargar agua en las instalaciones del Terminal Interurbano de Maturín, ubicado en la avenida Libertador, a 1,3 kilómetros de la calle principal del sector La Murallita.
De igual forma habitantes de zonas más céntricas recurren al llenado de recipientes que ocurre en el Parque Zoológico La Guaricha, atendido por trabajadores del Instituto Municipal de Parques, Jardines y Turismo (Impart), donde los precios oscilan entre Bs 2 por botellones de 18 litros, Bs 60 por camiones con capacidad de 5.000 litros y Bs 125 por los que tienen capacidad de 10.000 litros, lo que equivale, de acuerdo a la tasa del BCV, a pagar un costo entre 1 y 5 dólares para poder abastecerse de agua.
Manuel Fernández, dueño de uno de los camiones repartidores, expresó que trabaja “todos los días de forma privada, mientras sea un servicio pago”, y visita con frecuencia las zonas de Juanico y Campo Ayacucho, donde cobra un monto de 15 dólares.
Víctor Colón, residente de la calle Chimborazo en el casco central de la ciudad, manifestó no recordar con exactitud desde cuándo presentan fallas en el servicio de agua en este sector, pero asegura que “ha estado presente desde hace varios años”. En comparación con otras zonas urbanas de la ciudad, ellos reciben el suministro por tuberías apenas dos veces a la semana.
Colón añadió que la distribución de agua por medio de cisternas es “bastante intermitente. Hay temporadas en las que pasan muy frecuentemente y otras en las que se desaparecen”. En su casa cuentan con dos tanques de agua de 1000 litros de capacidad para proveerse en caso de fallas, “el costo del llenado es de 5 dólares cada uno y en algunos casos lo exigen en efectivo”.
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Pozos como paliativo
En la parroquia Alto de Los Godos, ubicada al suroeste de Maturín, habitantes declaran que la situación ha mejorado desde la reactivación de pozos profundos por parte de la gobernación del estado y resaltan que el servicio es mejor para aquellos que instalaron bombas de agua en sus hogares, por lo que han prescindido del servicio de cisternas.
Por su parte, residentes del sector Los Guaritos V denuncian que hace varios meses no cuentan con el servicio y pese a las protestas y llamados no han recibido respuesta por parte de la empresa hidrológica Aguas de Monagas, la cual denuncian “solo sirve para cobrar un servicio que no prestan”.
“Las cisternas hay que comprarlas en 15 dólares en efectivo entre varias personas y quienes no pueden pagan al cambio en bolívares”, explicó Francys Hernández, una de las vecinas de la zona. Explicó que para abastecerse debe dirigirse al Parque La Guaricha a llenar botellones o pagar los camiones.
Las comunidades monaguenses reiteran el llamado a las entidades competentes para atender una falla que se ha vuelto permanente y resulta inasequible para muchas personas el monto impuesto por los prestadores del servicio del transporte de agua potable, por lo que exigen el mantenimiento constante de las plantas de tratamiento y llenado que garantice el suministro de agua.