Hablemos de los ascensos
Hablemos de Pedro Alastre López, recién ascendido al rango de General de Brigada del Ejército. No debe haber caído bien cuartel adentro tal reconocimiento para quien no tiene labor militar hace años
Maduro optó por militarizar por completo la acción de gobierno. Pues bien, hablemos de militares. Hablemos de ascensos militares.
Hablemos de Pedro Alastre López, recién ascendido al rango de General de Brigada del Ejército. No debe haber caído bien cuartel adentro tal reconocimiento para quien no tiene labor militar hace años. El actual presidente de Corpozulia, designado como tal por Maduro en mayo de 2014, es de los alzados el 4 de febrero de 1992, de los originarios que llaman. Entonces, era Mayor del Ejército y fue dado de baja al fracasar la intentona. Asumida su vida civil, se arropó con la marca del PSUV y fue electo alcalde del municipio Morán de Lara, que ejerció hasta 2008.
Luego fue nombrado director del Despacho de la Presidencia, por ser cercano a Hugo Chávez. De allí pasó en 2011 al Viceministerio de Articulación Social, adscrito trambién a Miraflores. Llegado 2013, Nicolás Maduro reincorporó a las filas de la FAN a quienes participaron en el 4F y los ascendió automáticamente al rango inamediatamente superior. Así como Diosdado Cabello pasó a Capitán, Arias Cárdenas a Coronel y Rodríguez Chacín a Contralmirante, Pedro Alastre López se convirtió en Teniente Coronel.
Lo más curioso es cómo siguió subiendo año tras año, con ascensos que lucen más regalo que por méritos. Hay que tomar en cuenta que el señor no tuvo más actividad militar sino administrativa como funcionario. Así, este año, fue nombrado General de Brigada quien en su momento fue el último de su promoción de la Academia Militar. Pero, ¿de cuál brigada? La de su casa, suponemos. ¿Cuántos militares quedaron sin ascender? ¿A cuántos les fastidiará que los ascensos sean premios políticos? Tienen la palabra, señores de verde.
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