Habló la Comandancia del Ejército
El manifiesto (no hay manera de llamarlo de otro modo) de la Comandancia del Ejército, divulgado ayer, es una de las más interesantes piezas políticas recientes. De muy buena prosa, por cierto, dice cosas que en el contexto venezolano de hoy adquieren una resonancia muy particular. En resumen, se trata de un alegato, diríase que apasionado y elocuente, en pro de la reinstitucionalización de la FAN. En tiempos en que a la FAN se la ha tratado de partidizar y hacer de ella un instrumento de un proyecto político y, además, está sometida como nunca a presiones públicas para que asuma roles que en las sociedades civilizadas les están vedados, la Comandancia del Ejército, cuyo titular es el general Julio García Montoya, ha reivindicado el papel institucional, apolítico y no deliberante de la FAN, dejando claro que el ámbito de la política es estrictamente civil. Esto, que en otras partes sería una banalidad pleonástica, una obviedad, en Venezuela configura una petición de principios. En dos platos, la Comandancia del Ejército ha dicho que ese componente de la FAN no está disponible ni para golpes ni para autogolpes. En tiempos tan tormentosos es como aceite sobre aguas embravecidas.