Henry Ramos en la Asamblea Nacional
Este minicronista debe felicitar a Henry Ramos Allup por su gesto de ir a la Asamblea Nacional a exponer su criterio sobre la reforma constitucional. Entiende este minicronista que Henry ha revisado autocríticamente el error que constituyó el llamado a abstención propiciado por AD para las elecciones parlamentarias de diciembre de 2005.Tal parece que Henry ha comprendido que, con morochas y todo, los partidos de oposición habrían podido conquistar unos cuantos diputados -que buena falta están haciendo ahora-, y que aquello de la “deslegitimación” de las instituciones, dejando de votar, es puro suicidio. La simbólica presencia de Henry en la AN le está diciendo al país cuánto habría significado que un parlamentario de su verbo y su garra hubiera estado todo este tiempo en la AN, dando la pelea, conjuntamente con otros que también habrían podido ser elegidos. No estaría tan desguarnecida la oposición, que a punta de abstenciones ha entregado gratuitamente gobernaciones, alcaldías, concejos municipales y parlamentarios que habría podido tener. Debe entender este minicronista que Henry hace suya la vieja idea del maestro Lenin de cómo, ante regímenes autoritarios y autocráticos, como el que nos estamos calando, es necesario aprovechar cualquier rendija para hacer sentir la voz de quienes los adversan.Valoro su gesto desde esta perspectiva. Porque, si no hubo la reflexión autocrítica que creo haber percibido, entonces la ida a la AN no habría sido sino una soberana muestra de incoherencia.