Inaesin solicita al Gobierno regulación para el teletrabajo
Una encuesta aplicada por Inaesin permitió identificar como principales necesidades para los teletrabajadores el respeto a los límites de horario, el derecho a la desconexión digital y la obligación del de proveer a los empleados de los medios tecnológicos necesarios para laborar
El Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) exhortó al gobierno de Nicolás Maduro a establecer una regulación, con normas y reglas claras, para el trabajo desde casa, también conocido como teletrabajo.
De acuerdo con la institución, la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt) contempla deberes patronales, así como deberes y derechos de los trabajadores en caso de que las labores se efectúen a distancia.
El artículo 226 de la ley indica que el Ministerio de Trabajo, en caso de que el sistema de trabajo a domicilio resulte perjudicial para los trabajadores, podrá adopar «las medidas que estime convenientes» a través de resoluciones especiales.
De igual forma, aclara que, cuando el trabajo a domicilio sea «consecuencia de nuevos sistemas operacionales derivados del progreso tecnológico», el Ministerio puede dictar uno o varios reglamentos especiales aplicables a las relaciones laborales que correspondan bajo estas nuevas modalidades de trabajo.
Debido a la pandemia por covid-19, las modalidades de trabajo en Venezuela cambiaron. Las restricciones de modalidad inherentes a la cuarentena obligaron a empleadores y trabajadores a encontrar alternativas y soluciones para mantener el trabajo y la producción.
La solución más común en estos casos es el teletrabajo. Sin embargo, actualmente no hay ningún régimen legal que norme la actividad, por lo que los trabajadores están desamparados ante la ley sin normas claras que determinen sus deberes y derechos trabajando a distancia.
Un estudio realizado por Inaesin en octubre de 2021 concluyó que es conveniente regular el trabajo a domicilio, ya que la covid-19 es una enfermedad con la que la humanidad deberá convivir durante mucho tiempo.
«Es conveniente regular los deberes patronales así como los derechos y deberes de los trabajadores bajo esta modalidad, estableciendo la obligación del patrono de proveer a los trabajadores de los medios tecnológicos idóneos para la ejecución de sus funciones fuera del puesto de trabajo», concluye el estudio.
De igual manera, Inaesin destaca la necesidad de preservar la integridad física y psíquica de los trabajadores, resguardar su derecho a la desconexión digital, resaltar el respeto de los límites de la jornada laboral y mecanismos para garantizar el descanso del trabajador, así como evitar que los patronos dirijan requerimientos a los trabajadores fuera de sus horarios establecidos contractualmente.
Estas preocupaciones fueron extraídas mediante una encuesta aplicada a 129 trabajadores mediante un formulario de Google y vía telefónica. Son algunas de las quejas más comunes formuladas por los trabajadores después de sus experiencias trabajando desde casa.
*Lea también: Casi 70% de las empresas mantendrá el teletrabajo después de la pandemia
Encuesta de Inaesin
De acuerdo con los resultados de la encuesta, aplicada en los estados Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Lara, Miranda, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo y Zulia, 92% de los consultados dijo no tener conocimiento de alguna regulación del teletrabajo en Venezuela.
Entre otros resultados, destacó el hecho de que 57% de los encuestados creen que les ha afectado el esquema de cuarentena 7+7, pese a que el 70% está de acuerdo con la continuidad de este mecanismo.
Otro 62% destacó que no hay un programa de bioseguridad en sus lugares de trabajo, lo que los expone a contraer la enfermedad con mayor facilidad.
En caso de los lugares de trabajo que sí tienen un plan de bioseguridad, el 53% de los encuestados afirmó que se elaboró sin la participación de delegados de prevención ni líderes sindicales, por lo que fueron programas arbitrarios.
Finalmente, un 83% de los trabajadores encuestados afirmó estar de acuerdo con la inamovilidad laboral. Es decir, consideran que merecen la garantía de conservar su trabajo a pesar de la crisis generada por la pandemia y la ya precaria situación del país.