La abstención fue la gran «ganadora» este #20DeMayo
Según la data oficial del Consejo Nacional Electoral, la abstención de los venezolanos ha logrado ganar cuarenta puntos porcentuales bajo un clima de conflictividad política, económica y social
Los porcentajes de abstención en los procesos electorales venezolanos han sido variables en los últimos años, y los comicios del 20 de mayo no fueron la excepción.
Desde las elecciones presidenciales de 2012, la participación de la militancia oficialista reunida bajo el chavismo y el madurismo ha venido descendiendo de forma constante. Ese año se registró una participación de 80%, uno de los picos históricos de votación en el país.
En las presidenciales del 2013, realizadas tras la muerte del mandatario Hugo Chávez, la participación de los venezolanos apenas bajó un punto porcentual; mientras que en los comicios parlamentarios de 2015, que le dieron la mayoría en la Asamblea Nacional a la Mesa de la Unidad Democrática, cayó a poco poco más del 70%.
El promedio de participación en las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela entre 1988 y 2013 es de 70,96%; mientras el promedio de los tres procesos celebrados desde 2006 el promedio de participación alcanza 78% de los ciudadanos habilitados para sufragar.
Para los procesos electorales que han sido convocados por la Constituyente – electa el 30 de julio de 2017 en medio de serios señalamientos por su legitimad de origen-, la abstención ha ganado terreno en el escenario político venezolano con una participación apenas de 46,01%, según los datos ofrecidos por la rectora Tibisay Lucena.
Esto significa que de acuerdo con la data oficial del Consejo Nacional Electoral, la abstención sumó unos 32 puntos porcentuales desde la última elección presidencial, ello bajo un clima de conflictividad política, económica y social sin precedentes en la historia contemporánea venezolana.
Para el 20 de mayo, sectores de la MUD y sus plataformas llamaron de forma abierta a la no participación, con una comunidad internacional que solicitó en reiteradas oportunidades la suspensión del proceso y anunciaron su desconocimiento, pues consideran que el CNE no brindó las condiciones mínimas para garantizar la transparencia y elegibilidad del voto. Los resultados fueron evidentes.