Lo bueno de la tendencia #Rayma, por Ariadna García
El 6 de febrero la caricaturista venezolana Rayma Suprani publicó en la red social Twitter un dibujo donde de alguna manera, se responsabilizaba al diputado Julio Borges de la crisis humanitaria que sufre la nación. Por más de 24 horas la tendencia #Rayma se posicionó en Twitter, generando todo tipo de comentarios, peleas, insultos. Detractores y defensores de la caricatura.
Al ver la imagen publiqué unos tres tuits a favor de la libertad de expresión, como periodista, el derecho al libre pensamiento, a la diversidad y el respeto a la opinión pública, privan por encima de todo. Eso es lo que a uno le enseñan en la universidad y es eso lo que defendemos quienes ejercemos periodismo independiente en Venezuela, un país donde la semana pasada en apenas dos días fueron detenidos 11 profesionales de la comunicación.
Sin embargo, la concepción de libertad de expresión que tiene Suprani, quedó al descubierto ese día. La caricaturista se metió de cabeza en la guerra de Twitter y respondió con improperios a sus detractores, entre ellos, al actor Héctor Manrique y al historiador Elías Pino Iturrieta, entre otros. Si bien el caricaturista tiene derecho a expresarse libremente, también es sabido que las críticas vendrán del otro lado.
El historiador y profesor universitario Elías Pino Iturrieta calificó la caricatura de “abominable” por lo que Suprani respondió: “tu solo eres una vieja chismosa”. Iturrieta hizo un juicio sobre el trabajo de Rayma, no una objeción moral contra la mujer, a eso me refiero en el párrafo anterior con lo de las críticas que vendrán hacia un oficio que es público y sobre todo, cuando se es una de las caricaturistas más reconocidas del país.
Lo bueno de la tendencia #Rayma es que nos muestra los valores que guardan nuestros referentes culturales e intelectuales. Lo que sucede cuando salen de esos espacios controlados, donde dejan de ser el panelista, el embajador de buena voluntad, el vocero de Venezuela, el experto. En twitter la gente muestra la bestia, lo que son por dentro, de lo que realmente están hechos. Yo me pregunto si decir vieja loca a alguien no es lo mismo que hizo una actriz venezolana al ofrecerle un golpe a una mujer a través de Instagram Live.
¿Decir vieja loca no es meter un golpe?
Meter un golpe en Twitter es más fácil que dar los buenos días. Las peleas se achican o se ensanchan dependiendo de la prominencia de quienes las protagonizan. Es allí donde se descosen los valores de un país, donde se dejan ver la cara y las heridas. Es allí donde la bestia sale
Sobre la caricatura daré mi opinión: es inoportuna, extemporánea y poco equilibrada. El año pasado cuando Borges viajaba de un lado a otro y se reunía con miembros de la Unión Europea, con el Grupo de Lima o con funcionarios de EEUU, quizá habría tenido algún sentido, pero hoy el país va por otro lado, habla de otra cosa, hoy la tendencia es #Guaidó, los containers atravesados en Cúcuta para impedir el paso de la ayuda humanitaria. Hoy Venezuela habla de esperanza, de la posibilidad de futuro. Hoy después de varios meses, parece hablar también de unión.
Hoy esa caricatura no tiene cabida en un país que decidió soñar, aunque no sepa por cuánto
https://twitter.com/raymacaricatura/status/1092941494917435392