Ataques terroristas en Sri Lanka habían sido advertidos por agencias de inteligencia
Todos los suicidas eran ciudadanos de Sri Lanka, aunque las autoridades sospechan que tenían conexiones con el extranjero
Las autoridades de Sri Lanka no atendieron las advertencias de sus agencias de inteligencia sobre la amenaza de un ataque de un grupo islámico radical, al que las autoridades atribuyen los ataques del Domingo de Pascua en el que murieron más de 200 personas.
La afirmación la hizo el lunes 22 el ministro de Salud del país, Rajitha Senaratne. Las explosiones coordinadas que realizaron en iglesias y hoteles de lujo en Sri Lanka fueron obra de siete atacantes suicidas de un grupo armado esrilanqués llamado National Thowfeek Jamaath, indicó el ministro,
Las agencias habían alertado varias veces a partir del 4 de abril, dijo Senaratne. El 9 de abril, el Ministerio de Defensa escribió al jefe de policía con información que incluía el nombre del grupo, explicó el ministro. El 11 de abril, la policía escribió a los responsables de la división de seguridad judicial y diplomática.
En un primer momento no estaba claro qué medidas, en su caso, se habían tomado al respecto. Las autoridades dijeron que se sabía poco del grupo, salvo que su nombre aparecía en reportes de inteligencia.
Debido a la disfunción política en el gobierno, dijo Senaratne, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, y su gobierno no fueron informados sobre esos reportes hasta los ataques.
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El presidente, Maithrela Sirisena, que estaba fuera del país en el momento del ataque, destituyó a Wickremesinghe a finales de octubre y disolvió el gabinete. El Tribunal Supremo terminó revocando su decisión, pero no se ha permitido acceder al primer ministro a reuniones del Consejo de Seguridad desde octubre.
Todos los suicidas eran ciudadanos de Sri Lanka, aunque las autoridades sospechan que tenían conexiones con el extranjero, explicó Senaratne. La mayoría de los ataques fueron obra de una persona, salvo el hotel Shangri-La de Colombo, donde se inmolaron dos personas.
Al menos 290 personas murieron y más de 500 resultaron heridas en los atentados, el episodio más violento en el país desde el fin de una devastadora guerra civil hace una década, indicó el portavoz policial Ruwan Gunasekara.
El ministro de Telecomunicaciones Harin Fernando, también respaldó la versión sobre fallas en la inteligencia. “Algunos agentes de inteligencia estaban al tanto de este incidente. Por lo tanto hubo un retraso en la acción. Deben tomarse medidas serias sobre por qué se ignoró este aviso”.
También el ministro de Integración Nacional, Mano Ganeshan, dijo que agentes de seguridad de su ministerio habían sido alertados por su división de la posibilidad de que dos agresores suicidas atacaran a políticos.
El cardenal Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, afirmó que los ataques podrían haberse evitado. “Nos llevamos las manos a la cabeza cuando supimos que estas muertes podrían haberse evitado. ¿Por qué no se impidió esto?”.
La mayoría de los fallecidos eran esrilanqueses, aunque los tres hoteles atacados y una de las iglesias, el Santuario de San Antonio, eran frecuentados por turistas extranjeros. El Ministerio de Exteriores indicó que se habían recuperado los cuerpos de al menos 27 extranjeros.
Estados Unidos dijo que había “varios” estadounidenses entre los muertos, mientras que Gran Bretaña, India, China, Japón y Portugal dijeron tener ciudadanos ente las víctimas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que «varios ciudadanos estadounidenses estaban entre los muertos”. En un comunicado, condenó «en los términos más enérgicos los ataques terroristas en Sri Lanka en la mañana de Pascua».
Pompeo también señaló que «los ataques contra personas inocentes que se reúnen en un lugar de culto o que disfrutan de una comida festiva son afrentas a los valores y libertades universales que apreciamos, y demuestran una vez más la naturaleza brutal de los terroristas radicales cuyo único objetivo es amenazar la paz y la seguridad».
Con información de Voz de América