Informe de la ONU señala a autoridades de Panamá por abusar sexualmente de migrantes
Funcionarios del Servicio Nacional de Migración y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) habrían ofrecido transporte a niñas y mujeres de los grupos migratorios recibidos en Panamá a cambio de favores sexuales. Los migrantes que llegaban al país centroamericano tras cruzar el Darién eran recluidos en Estaciones de Recepción de Migrantes, donde eran privados de libertad excepto para continuar sus trayectorias hacia el norte
Cientos de miles de migrantes cruzaron el conocido «tapón del Darién» en los últimos años, con un gran porcentaje de venezolanos en este grupo, para llegar a Panamá con la esperanza de seguir su camino hacia Estados Unidos. En el país centroamericano habrían sufrido abusos por parte de las autoridades, según revela un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviado al gobierno de Panamá.
El informe fue filtrado al periódico español El País, que reveló el contenido del documento de 18 páginas que detalla cómo autoridades del gobierno panameño habrían abusado sexualmente de migrantes en las Estaciones de Recepción de Migrantes (ERM).
La nota publicada por El País revela algunos fragmentos del informe, elaborado a partir de una recopilación de denuncias contra el Servicio Nacional de Migración y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
«Según estas denuncias, el personal del SNM y del Senafront habría solicitado intercambios sexuales a las mujeres y niñas alojadas en la ERM de San Vicente que carecen de dinero para afrontar costes del transporte hacia Costa Rica», detalla la publicación hecha por la Relatoría Especial sobre los Derechos Humanos de los Migrantes.
Los funcionarios prometían, a cambio de favores sexuales, coordinar con las autoridades panameñas el transporte para que las migrantes pudiesen continuar su viaje hacia la frontera con Costa Rica.
La ONU también denunció que muchos migrantes se vieron obligados a pagar sus viajes con trabajos forzados en las mismas estaciones receptoras para recaudar los 40 dólares necesarios para el pasaje hacia Costa Rica.
«Esta información vendría acompañada de preocupaciones sobre la voluntariedad del trabajo realizado, dada la supuesta falta de alternativas que permitan a las personas migrantes abandonar las ERM», destaca el documento.
Debido a estas situaciones y a las denuncias recibidas por el organismo internacional, el documento critica de manera contundente a Panamá por la manera en la que se gestionó la recepción masiva de migrantes que viajaban a través de la selva de Darién.
Los migrantes que eran recibidos por las autoridades panameñas en las ERM eran privados de libertad, puesto que no podían abandonar estos centros sin autorización, más que para ser trasladados hacia la frontera con Costa Rica.
El informe, elaborado por el equipo del relator especial para los derechos humanos de los migrantes, Felipe González Morales, reporta casos de familias «retenidas opr más de tres meses» en estas estaciones por falta de documentos como certificados de nacimiento.
«A las personas que solicitan asilo en Panamá tampoco se les permitiría salir de las ERM hasta el final del procedimiento, que según se informa puede extenderse durante varios meses», recalca el documento, en el que luego se manifiesta la preocupación en torno a la detención arbitraria de niños.
Por otra parte, señalan las condiciones de estos centros de recepción, en los que no se establece una separación de espacios para mujeres o niños, con lo cual «no se garantiza su seguridad ni su protección» y multiplica los riesgos de que estas poblaciones sufran violencia basada en el género.