Iris versus Luisa
Desde corrupta hasta saltatalanquera. Estamos seguros que Ortega Díaz no está sorprendida. Ella conoce al monstruo por dentro y se lo esperaba
Autor: Sebastián Boccanegra
Con la mesura, sindéresis y ecuanimidad que la caracterizan, la fosforito arremetió contra la fiscal Luisa Ortega Díaz y su marido el diputado Germán Ferrer. Dijo que ella ya sabía que la Fiscal no era confiable. Se lo olía, tenía esa percepción desde hace tiempo. Sus radares le dijeron que había que estar alerta, que las convicciones de Luisa no eran firmes.
Que no lo haya dicho antes se explica por la disciplina que la caracteriza, pero ella sabía que la fiscal les podía echar la partida para atrás. Mientras Luisa Ortega Díaz se apegó al guion revolucionario, Iris se quedó tranquila, pero ahora, cuando la fiscal actúa de manera institucional, pone el grito en el cielo y le lanza todo tipo de acusaciones.
Desde corrupta hasta saltatalanquera. Estamos seguros que Ortega Díaz no está sorprendida. Ella conoce al monstruo por dentro y se lo esperaba.
Tal vez por eso dijo que «cuando repartieron el miedo yo no llegué». Eso de contradecir la versión oficial sobre la represión y la violación a los derechos humanos en que ha incurrido la Policía y la Guardia Nacional es algo intolerable para Iris. Para ella la ley y la Constitución se aplican según las conveniencias del proyecto.
Los derechos humanos son algo totalmente prescindible si chocan con los intereses de la «revolución». Que los hechos sean determinados por las investigaciones y no por la propaganda que elabora Ernesto Villegas para justificar todas las «atrocidades» general Padrino López dixit- es algo intolerable para quien le pidió a los pranes poner orden en una cárcel bajo su responsabilidad. Le advirtió a la Fiscal que está en preaviso, pues la fulana constituyente la va a destituir. Esperemos que mientras esté en el cargo Luisa Ortega siga actuando como lo viene haciendo.
El país requiere una Fiscalía equilibrada. No una fosforito desatada.
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