José Vicente hoy…y ayer, por Simón Boccanegra

El vice Rangel, comentando la solicitud de medidas de gracia para los presos políticos formulada por monseñor Urosa, declaró que “no existen condiciones para una amnistía”. Es impresionante como este hombre que durante los años sesenta, como parlamentario y periodista, ejerció la defensa de los presos políticos de entonces y más de una vez participó de campañas exigiendo su libertad, hoy, en funciones de poder, se niegue a actuar con la grandeza y el sentido político que pedía de los gobernantes de la época. Seguramente alegará que se trata de circunstancias políticas distintas porque los presos de hoy son acusados de actividades subversivas contra un gobierno democráticamente elegido.Pero ocurre que los presos de ayer también se habían alzado en armas contra gobiernos democráticamente elegidos. Jamás adujo Rangel que “no existían condiciones” para una amnistía.Porque, en verdad, para una medida de gracia sólo se necesitan dos condiciones: que haya presos políticos y que los gobernantes estén en verdad dispuestos a explorar caminos alternativos a los de la bronca permanente. Ese diálogo que predica Rangel podría ser fuertemente estimulado por una medida de gracia.Pero por ahí dicen que Dios no le da cacho a burros.