Justicia británica apoya decisión de Johnson de suspender sesiones del Parlamento
El Tribunal Superior de Londres desestimó la demanda presentada por la empresaria Gina Miller, apoyada por el ex primer ministro John Major
El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, recibió este viernes una buena noticia al dictaminar por segunda vez la Justicia que no es ilegal su polémica decisión de suspender las sesiones del Parlamento hasta el 14 de octubre.
El Tribunal Superior de Londres desestimó hoy la demanda presentada por la empresaria Gina Miller, con apoyo del ex primer ministro conservador John Major, contra la suspensión excepcional de la actividad parlamentaria a partir del próximo martes, que consideran inconstitucional.
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Justicia británica apoya decisión de Boris Johnson
La decisión de la corte londinense, que los demandantes planean recurrir, se suma al dictamen emitido el miércoles por la Corte de Sesiones de Edimburgo (Escocia), que concluyó que Johnson se ajustó a la ley al decretar el aplazamiento, que fue sancionado por la reina Isabel II.
Pese a rechazar la demanda, por razones que detallarán la semana próxima, los jueces del Superior autorizaron a Miller a recurrir su fallo ante el Supremo, la máxima instancia judicial del Reino Unido, que prevé analizar el caso el 17 de septiembre.
A las puertas de la corte, la activista de 54 años reconoció estar “decepcionada” por el dictamen, si bien celebró la posibilidad de recurrirlo e insistió en que “es crucial que el Parlamento esté abierto” en estos momentos críticos para el país.
Downing Street celebró el fallo
Un portavoz de Downing Street saludó por su parte el veredicto y confió en que “lleve a retirar sus casos a aquellos que quieren utilizar la Justicia para frustrar los planes del Gobierno”.
Los abogados de Miller argumentaron que la decisión tomada por Johnson el 28 de agosto de suspender las cámaras durante un periodo inusualmente largo en vísperas de la fecha prevista para el “brexit” -el 31 de octubre- constituye “un abuso de poder”.
Sostienen que el primer ministro quiso usar su prerrogativa para impedir que los diputados bloquearan sus planes de salir de la Unión Europea (UE) ese día con o sin pacto, su objetivo desde que llegó al poder el pasado julio sin pasar por las urnas.
Los letrados del Gobierno alegaron por su parte con éxito, tanto en el proceso inglés como en el escocés, que el líder conservador actuó legalmente dado que la potestad de suspender las sesiones recae en el Ejecutivo.
También explicaron que el largo aplazamiento se debe a que Johnson quiere preparar una amplia agenda legislativa antes del discurso de la Reina en la Cámara de los Comunes para inaugurar el curso parlamentario el 14 de octubre.
Además de los procesos en Londres y Edimburgo, donde también se recurrirá el fallo, hay otro abierto en Irlanda del Norte, que se resolverá en los próximos días.
Allí el activista Raymond McCord cuestiona la legalidad del cierre del Parlamento así como de una salida brusca de la UE, que, arguye, perjudicaría el proceso de paz norirlandés al desestabilizar la economía y las fronteras en la isla de Irlanda.
Gina Miller es conocida en el Reino Unido por haber ganado en 2016 un juicio que obligó a la entonces primera ministra conservadora Theresa May a pedir permiso al Parlamento antes de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que dio inició a las negociaciones del “brexit” con Bruselas.
Acosado desde varios frentes
Pese a la buena noticia de hoy, Johnson, que ha perdido la mayoría en la Cámara de los Comunes tras la deserción y expulsión de 22 diputados, sigue acosado desde varios frentes que le impiden llevar a cabo su misión de sacar al país de la UE el 31 de octubre.
El Parlamento aprobará este viernes una ley que desautoriza una salida sin acuerdo en esa fecha y obliga a pedir una prórroga a los Veintisiete, mientras que además la oposición se niega a apoyar el lunes la propuesta del Gobierno de convocar elecciones anticipadas.
Los partidos opositores, liderados por el laborista, no desean unos comicios hasta que quede descartado de facto un “brexit” duro, al tiempo que Johnson los necesita más urgentemente como última baza para renovar su mayoría y revitalizar su proyecto político.
Con información de EFE