La Causa R exige declarar emergencia nacional por apagones y fallas eléctricas en el país
Andrea Tavares, secretaria nacional de LCR, pidió al gobierno responderle a los ciudadanos que han sido afectados por las fallas del servicio eléctrico
Ante los constantes apagones y fallas eléctricas en el país, dirigentes de La Causa R exigieron al gobierno declarar la emergencia nacional. La petición la hicieron a través de un documento que entregaron el viernes 6 de octubre ante la sede de Corpoelec en San Bernardino, en Caracas.
Andrea Tavares, secretaria general nacional de La Causa R y exconcejal de Caracas, deploró que a la fecha no exista un pronunciamiento oficial por parte de la empresa, «donde se le explique a los venezolanos que es lo que está pasando en este momento con el sistema eléctrico nacional».
«La Causa R se ha desplegado en todos los estados del país en frente de las oficinas de la Corporación Eléctrica Nacional Corpoelec a fin de protestar por toda esta situación que se ha agudizado con los apagones y las fluctuaciones de voltaje en el servicio eléctrico nacional», subrayó.
Tavares explicó que urge conocer cuál es el status de la red eléctrica, en qué condición se encuentra y si hay el suficiente personal para atender lo que parece haberse vuelto un cangrejo en manos del Estado, luego que fueran centralizadas todas las empresas eléctricas bajo la figura de Corpoelec.
La dirigente de La Causa R resaltó la importancia de dar respuesta a los usuarios que han sido afectados por las fluctuaciones eléctricas, a quienes se les han dañado sus artefactos en el hogar sin posibilidad de poder repararlos o adquirir nuevos.
Por otro lado, Andrea Tavares denunció que el plan del Ministerio para la Energía Eléctrica denominado Borrón y cuenta nueva se estaría pretendiendo subsidiar «el mal servicio que nos están prestando con las personas que tienen una deuda a quienes les plantean eliminarla e iniciar un nuevo contrato con la empresa para descubrir luego que la instalación del servicio que debería ser gratuita, está por el orden de los treinta dólares, lo que se traduce en una estafa y una aberración que se produzca un plan con esas características».