La cuerda revienta por lo más delgado, por Simón Boccanegra
El pretexto presentado por el gobierno para la detención del coronel retirado Hidalgo Valero es de un cinismo fuera de lo común. Se ha aducido el «uso indebido» del uniforme militar, puesto que tratándose de un oficial retirado no podría portarlo fuera de instalaciones castrenses sin la debida autorización. A la luz de la ordenanza sin duda el coronel Valero cometió una falta pero, se pregunta este minicronista, ¿por qué no se mostró la misma diligencia durante los tres años en los cuales Chávez estuvo cometiendo la misma falta casi diariamente? ¿O es que para él existía una ordenanza diferente? Tan irritante para la FAN fue su abuso que después del golpe prometió no volvérselo a poner. Por añadidura, este es un tipo de falta que no amerita arresto. Basta con amonestar al infractor y multarlo. Valero, pues, parece víctima de uno de esos típicos abusos de la peor tradición venezolana, que es el de utilizar el poder para pasar factura a los adversarios. Parafraseando una locución célebre, peor que un error, esto ha sido una estupidez. Es de suponer que no la estirarán manteniéndolo preso.