La dona permite a un venezolano acceder al éxito en Buenos Aires
Un venezolano en Argentina, surge como un exitoso empresario de comida dulce como la dona, con una receta que tiene el toque criollo. Tiene colas de hasta 60 personas para comprar una de ellas
Gustavo Castillo es un venezolano que llegó a Buenos Aires como uno más que buscaba mejorar su calidad de vida y decidió emprender en un negocio que, al parecer, en Argentina no había dado buenos resultados: la venta de donas. El emprendimiento resultó positivo y ahora el criollo tiene su negocio y además emplea gente para que le ayude.
Entrevistado en el diario El Clarín, Castillo contó que se mudó a esa nación en 2010 y dijo que en Baires, específicamente en Palermo, hay facilidades para poder surgir «más que en Estados Unidos».
«Donuts Therapy» es el negocio que, casualmente, inauguró a los 20 años de la llegada de la dona a Argentina y con su cercanía con la gastronomía, el camino para llegar hasta allí fue arduo. Al establecerse en ese país, empezó a trabajar en un restaurante «espantoso» y de ahí estuvo en otros locales similares con sueldos malos y maltratos.
Dijo que nadie creía que su negocio iba a prosperar pero poco a poco surgió. «Yo no puedo creer lo que está pasando. Vendimos 500 en una hora. Sé que no hubo muchas experiencias de donas en la Argentina, pero la dona se recicló en todo el mundo. Cambió la receta, es un producto artesanal, se hizo más liviana y ni siquiera es del todo dulce. Hay tiendas de donas en todas las ciudades del mundo. Otro detalle que debes considerar es que de 1998 a la actualidad se modificó mucho la población de Buenos Aires. Hoy está llena de extranjeros y de venezolanos, ni hablar».
Aseguró que para él, comerse una dona es «una terapia» porque estuvo a punto de dedicarse a otra cosa debido a lo difícil del trabajo culinario, pero va poco a poco.
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