La entropía electoral, por Lidis Méndez
Twitter: @lidismendez369
Desde hace más de una década, Venezuela ha estado sumida en una crisis económica, política y humanitaria que ha dejado una marca indeleble en la historia del país. Mientras que los factores que contribuyen a este fenómeno son diversos y complejos, es posible analizar la situación desde una perspectiva poco convencional pero esclarecedora: la segunda ley de la termodinámica, que trata sobre el aumento de la entropía en sistemas aislados. En este artículo de opinión se explora metafóricamente la crisis en Venezuela a través de la lente de la entropía y cómo esta analogía puede ofrecer una perspectiva para superar los desafíos que enfrenta el país.
La segunda ley de la termodinámica establece la entropía como una medida del desorden y la falta de utilidad de la energía en un sistema cerrado, que tiende a aumentar con el tiempo. En otras palabras, los sistemas tienden hacia el desorden y la disipación de la energía. Esta ley se aplica no solo en la física, sino también en sistemas más amplios y complejos, como las sociedades y las economías.
La situación en Venezuela puede entenderse como un ejemplo de la segunda ley de la termodinámica aplicada a una nación: durante décadas, el país disfrutó de una relativa estabilidad económica gracias a sus vastos recursos petroleros. Sin embargo, una mala gestión y la corrupción contribuyeron al agotamiento y el mal uso de estos recursos, lo que llevó a un aumento en la entropía económica. La inflación galopante, el monopolio gubernamental del control cambiario y la degradación de los servicios públicos, son manifestaciones de este proceso entrópico, que ha moldeado la forma de hacer política.
La polarización extrema, la falta de consenso y la ruptura del orden institucional han generado caos e incapacidad en el liderazgo, en la toma de decisiones efectivas sobre los problemas del país.
La analogía con la segunda ley de la termodinámica también se extiende a las implicaciones sociales y humanitarias, a medida que la entropía aumenta en la sociedad, el tejido social se desintegra. La migración masiva de venezolanos en busca de condiciones de vida mejores es una expresión de este proceso, ya que las personas buscan escapar del desorden y la disipación de oportunidades en nuestro país.
La segunda ley de la termodinámica nos dice que, en un sistema cerrado, la entropía siempre aumentará. Sin embargo, en el ámbito de la sociedad y la política, los sistemas no son absolutamente cerrados. Se pueden implementar cambios significativos para reducir la entropía y restaurar cierto grado de orden y funcionalidad.
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En el contexto venezolano, la entropía comunicacional debe mejorarse, en cuanto esta refleja la forma en que ciertas organizaciones políticas operan. En lugar de enfocarse en entender y satisfacer las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía, la mayoría de las organizaciones se concentran en emitir mensajes de acuerdo con sus estrategias, sin considerar las interferencias que puedan surgir en el proceso de comunicación.
Este enfoque estrecho de la comunicación política se traduce en una desconexión con la realidad y una falta de diálogo con la sociedad. Las organizaciones políticas se aferran a viejas nociones de confrontación con las masas en lugar de buscar un verdadero compromiso con la ciudadanía.
La falta de consideración por la recepción del mensaje y la ausencia de retroalimentación conducen a una pérdida de energía comunicativa y al aumento de la entropía política.
Para superar esta entropía política en Venezuela, es necesario que las nuevas autoridades del CNE tengan la capacidad de reenfocar el proceso electoral de las elecciones presidenciales en 2024 a través de una comunicación efectiva y gestionen la inclusión de otras propuestas que abordan la realidad de la crisis multidimensional que enfrenta el país, con una visión distinta a las hegemónicas de hoy día.
Los líderes políticos deben priorizar el bienestar de la nación sobre sus intereses personales y buscar un diálogo genuino con la ciudadanía. Solo a través de un enfoque de comunicación inclusivo y constructivo se pueden superar las barreras de la entropía política y sentar las bases para un futuro más esperanzador para todos los venezolanos.
Lidis Méndez es politóloga. Secretaria de Organización en Unidad Visión Venezuela.
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