La línea que no se entiende, por Simón Boccanegra
Un joven economista llamado Jesús Faría, miembro de la Asociación Bolivariana de Economía Socialista, criticando el reciente documento de los economistas, afirma que los mencionados profesionales se refieren a «una estrategia económica que ellos no entienden» y que sería, según sus propias palabras, «una línea estratégica que apunta hacia el socialismo». Tiene razón Jesús Faría. Nadie puede entender que una «línea estratégica» que se parece demasiado a la que llevó a fracasos cósmicos como los de la Unión Soviética y su imperio, Corea del Norte y Cuba, pueda hoy ser propuesta seriamente como una opción para este país. De paso, debo suponer a Jesús Faría suficientemente informado de que ni en China ni en Vietnam existe algo que guarde alguna semejanza con una economía socialista. No se puede hablar hoy de «socialismo», como si el mundo no hubiera conocido las fallidas experiencias históricas que con ese nombre se intentaron, y como si todavía estuviéramos ante una esperanza no materializada. Un economista que se dice socialista tendría que explicarnos cómo y por qué la economía del bloque soviético se desplomó cual castillo de naipes, y en una maroma histórica que habría dejado maravillado al propio Marx, volvió al capitalismo de la especie más feroz y salvaje, y por qué Cuba, cincuenta años después, presenta una economía en ruinas. Por cierto, estamos hablando sólo de economía y no de lo que fueron y son esas sociedades en conjunto, más allá de lo estrictamente económico. Quienes sí entienden la «línea estratégica» en curso tendrían que explicarnos a los ignorantes, por qué esas economías totalmente estatizadas, centralmente planificadas, que es hacia donde apunta Chacumbele en sus discursos, se hundieron cual el Titanic. ¿Cómo se puede proponer un destino semejante para nuestro pueblo?