La maleta de Lina
Las historias de la «fosforito» aún hacen eco en donde solía residir y no dejan más que dudas cuando llega el silencio
Una bandera desteñida y deshilachándose con la imagen de Lina con su característico casco es el único signo exterior del célebre bunker de la comandante en la esquina de Las Mercedes. Antes era un permanente entrar y salir, y los sábados las rancheras a todo volumen se oían hasta más allá de Mijares y Santa Capilla.
Todavía es posible encontrarse a quienes conocieron esa época esplendorosa de Lina Ron y que cuenten historias como esta:
Yo andaba pelando y cuando pasaba frente al edificio de Lina me detuvo un paisano y me dijo: «Suba las escaleras que lo está esperando la comandante». Subió y se encontró con Lina frente a una maleta llena de billetes. «Me entregó mil bolívares y me dijo: agarre, que aquí le manda el comandante Chávez». Con eso comí varios días y hasta me tomé unas frías.
Así compraban lealtades el comandante y la comandanta. ¿Y cuántas maletas hubo como esa?
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