La nostalgia de Chacumbele por la Cuarta
«Como antes», dijo Chacumbele refiriéndose a que la designación de una «autoridad regional», superpuesta sobre la Alcaldía Metropolitana de Caracas y sobre la de Libertador, nos volvería a los tiempos en que el burgomaestre capitalino tenía por encima un Gobernador designado a dedo por el presidente de la República. «Como antes», pues. Como en los peores tiempos de la denostada «Cuarta República», cuando los gobernadores de los estados eran nombrados por el presidente, incluyendo el de Caracas, y no existía la figura del alcalde. «Como antes», pues, antes de 1989, cuando no se había adelantado el proceso de descentralización y todo dependía del poder central. Está nostálgico Chacumbele. No le gusta la delegación de poderes, no le gusta que otros ejerzan atribuciones. Quiere tener todo en su puño, como tiene a las focas del parlamento, a los esbirros judiciales del TSJ, a la Fiscalía, al infeliz de Russian, a la defensora del Pueblo, a la mayoría de los rectores del CNE y a la FAN. El plan de dejar como cascarones vacíos a las gobernaciones no se limita a las que ejercen gentes de la oposición democrática. Comenzó por allí, por razones obvias, pero ya también le pasó la cuchilla a las demás, sólo que en estos casos contó con la colaboración de sus acólitos, desde la adoración perpetua de Tarek hasta la resignada de algunos otros. Alguno no faltará que agradecerá que lo dejen sin nada qué hacer. «Como antes» significa que la administración pública central, que ya es francamente calamitosa, se hará aún peor. Si con la carga actual no ha podido, hay que imaginar qué ocurrirá cuando asuma todo.