La preguntica, por Teodoro Petkoff
Una de las más grotescas evidencias de que el continuismo es prisionero del síndrome del perdedor la constituye la redacción de la pregunta para el referéndum. Una gente que se siente segura de la victoria haría una pregunta precisa, diciendo claramente qué es lo que quiere. En cambio, ¿qué hicieron las focas de la Asamblea Nacional? Redactaron un texto que en chino habría sido más comprensible. Desde luego, todo el mundo sabe de qué se trata, de modo que pónganla como la pongan, en sánscrito, en cuti, la respuesta es NO. Cuti-NO. Nadie va a caer en esa trampita idiota. Pero vale la pena comentar el asunto por lo que revela en cuanto al ánimo derrotista que campea por los lados del oficialismo. El chavismo sabe que va a perder y por más «uh, ah, Chávez no se va», no lo puede ocultar. El propio Chacumbele, más histriónico que nunca, llega a los extremos de tratar de suscitar la conmiseración de sus partidarios. En tono lastimero y con el rostro compungido, pide una limosnita, por favor. «Si gana el NO, me tendré que ir». Disimula una lagrimita. La platea, con los ojos aguados, chilla, implora que no los abandone, que el pueblo chavista no lo permitirá.
Chacumbele insiste: «Es responsabilidad de ustedes; yo sólo soy un soldado y si ustedes me lo ordenan me quedo; de lo contrario, haré mis maletas». Dios se los pague, murmura el gran guerrero en el instante sublime en que se produce la comunión cósmica entre su disposición al sacrificio y la voluntad de la masa de no dejarlo ir.
Los redactores de la pregunta no lo pudieron evitar. No se atrevieron a decirle a sus electores por el medio de la calle que de lo que se trata es de pronunciarse sobre si se permite o no que todos los cargos de elección popular puedan ser reelegidos sin limitación alguna.
Ni siquiera se atrevieron a poner negro sobre blanco la «preguntica» que el propio Chacumbele había sugerido, cambiándole apenas «una palabrita» al artículo 230 de la Constitución, que es el que establece una sola reelección. Ahora que, pensándolo bien, no se puede excluir que haya sido el propio Chacumbele quien haya enviado esa redacción, para que las focas, para darse bomba, la asumieran como propia. Lo cierto es que si hubiere alguien que no estuviera enterado sobre qué versa el referéndum, de la pregunta misma no obtendría ninguna información para decidir su voto. Modificar una ristra de artículos.
«Ajá, ¿para qué?» «Para ampliar los derechos políticos de los venezolanos», dicen las honorables focas. «Sí, pero ¿cómo?», insiste el hipotético votante descaminado. «Pues enmendando los artículos que allí se enuncian», responde Cilia Flores. «¿Qué dicen esos artículos?» «Secreto sumarial, ciudadano», corta terminantemente la foca interrogada.
«Eso es como el dólar paralelo; de eso no se habla».
De modo que por paradójico que pueda lucir, la mayoría de los venezolanos votaremos NO, para NO ampliarle los derechos políticos a Hugo Chávez, a fin de que NO pueda satisfacer su hambre de poder y NO siga sufriendo en Miraflores.