La última de Hugo, por Simón Boccanegra
Nuestro genial presidente ya no haya cómo hacer para zafarse del RR. Su última ocurrencia, al no más bajarse del avión, en Paraguay, ha sido la de proponer un referendo continental, en los últimos meses de este año, sobre la deuda externa. Hugo, pues, aspira a que los jefes de Estado de Latinoamérica le saquen las patas del barro.
Que jubilosos, deslumbrados por el bombillo que se le prendió a su colega venezolano, y muertos de envidia por no haberlo pensado ellos, acojan la idea y convoquen ese megareferendo. Así, piensa Hugo, en este país, en lugar de estar pensando en un RR para él, nos ocuparíamos de decidir de qué color es el caballo blanco de Bolívar. ¿Queremos que parte de la deuda externa se dedique a gastos de inversión social? Seguramente el prócer de Sabaneta debe haber quedado con la cabeza echando humo. Hugo quiere referendos en California, en Laponia o en Groenlandia, en el continente americano entero, en cualquier parte de la galaxia, pero en Venezuela, ¡ni de vaina! No faltará, sin embargo, algún lambucio que se tome en serio esta ridiculez.