La última genialidad del TSJ, por Simón Boccanegra

¿Qué puede haber pasado por el cerebro de los magistrados del TSJ que decidieron dejar sin servicio de recolección de basura al municipio Chacao? ¿Qué clase de oligofrénicos pueden ser quienes sentencian a miles y miles de personas a no poder disponer de la basura, tan sólo para responder a un recurso introducido por una concejal cuatro años atrás? ¿No había otra manera de satisfacer ese recurso –si es que todavía tuviera pertinencia– que sepultando a todo un municipio bajo toneladas de basura? Cómo se ve que estos genios del foro no viven en Chacao sino en La Lagunita u otros sitios semejantes, donde se han ido a refugiar los boliburgueses y los centenares de funcionarios públicos que se han enriquecido a la sombra de la «revolución» y el hedor de la basura acumulada no les llegaría a sus refinadas narices. Pero, encima de la absoluta estulticia de semejantes sentencia, hay que añadir que ella no es ajena, en absoluto, a ese hostigamiento permanente de que es objeto Leopoldo López, casualmente el alcalde del municipio Chacao. Los iluminados magistrados habrán pensado, en la infinitud de la estupidez humana –que al decir de Einstein es la única otra cosa infinita, además del universo–, que los habitantes del municipio seguramente habrían de creer que el amontonamiento de la basura sería obra del alcalde y a éste le cobrarían el desaguisado.