Las novedades de Chacumbele, por Simón Boccanegra
Cuando un periodista preguntó a Chacumbele qué es «lo nuevo» que ofrece para sus eventuales seis próximos años, el interrogado se volvió un ocho tratando de explicar tan peliaguda cuestión. Tal fue el enredo que no le quedó más camino que apelar a todo «lo viejo» que lleva trece años presentando como parte de «su» socialismo. Repitió que a la limpieza del Guaire le falta una ñinguita para que venga Daniel Ortega a bañarse en sus aguas.
Mencionó como novedad el tren de Puerto Cabello a Caracas, que tiene un atraso de seis años. Sacó a relucir el Metro CaracasGuarenas-Guatire, del cual no han abierto ni un centímetro, excepto alguito que se ha hecho entre Guarenas y Guatire. Por supuesto, aseveró que las misiones habrán de continuar, pero mejores. Lo que sí sonó «nuevo» fue lo de construir un aserradero al cual le sembrará un bosque adjunto, que proporcionará la madera para el aserradero, y también lo de una fábrica de neveras. Olvidó mencionar que terminará la carretera de Güiria a Macuro, que prometió, montado en el tractor que debería abrir la trocha, para el año 2000. En fin, el hombre patinó que da gusto. Lo que quedó en evidencia es que el gobierno de Chacumbele está tan agotado que ya no tiene ni proyectos propios.
Porque todo lo que está andando, sin terminar nunca, proviene de los gobiernos anteriores. La gran novedad, sobre todo por lo estrafalaria, fue lo del aserradero con su bosque incorporado.
Puro socialismo del bueno, pues. Más evidencia de que a Chávez se le acabó su cuarto de hora no puede haber.