Las otras Misiones, por Teodoro Petkoff
Es conveniente glosar un aspecto del informe de las misiones de observadores atinente al tema del retiro de las captahuellas. Dice la misión europea: “La eliminación de los dispositivos captahuellas del proceso del voto fue una medida importante concebida para restablecer la confianza de los partidos. En consecuencia, la Misión de Observación ElectoralUnión Europea contempló con sorpresa como los principales partidos de oposición se retiraban en ese momento de la contienda electoral sin argumentar nuevas razones”.
Por su parte, la misión de la OEA señala, sobre el mismo tema: “A pesar de las importantes garantías otorgadas por el CNE, a petición de ese significativo sector de la oposición, esta decidió finalmente no concurrir al evento electoral.
Entre las garantías ofrecidas vale la pena mencionar la eliminación del captahuellas…” A esto se llegó tras un intenso proceso de conversaciones entre CNE y partidos políticos. Lo ocurrido después no niega, sin embargo, el valor de los acuerdos obtenidos. Esto debería constituir un punto de partida para nuevos e imprescindibles intercambios entre ambos sectores.
A este respecto, ahora lo urgente es tomar muy en cuenta las conclusiones de ambas misiones. Dice la OEA: “Para la Misión, la convivencia política democrática en Venezuela sólo se podrá lograr mediante la recuperación de la confianza. Esto requiere el respeto y el reconocimiento mutuo que se construye a través de un diálogo franco, inclusivo y de buena fe”. La agenda para ese diálogo la sugiere la propia OEA: “Esta Misión considera que sería altamente beneficioso para la democracia venezolana si, a través de dicho diálogo, las autoridades gubernamentales, los partidos políticos y la ciudadanía pudiesen lograr a la mayor brevedad posible un nuevo consenso democrático. Este diálogo podría incluir una agenda que aborde temas como: la elección del CNE, el sistema automatizado de votación, la normativa electoral, el Registro Electoral Permanente y el proceso de cedulación, el desarrollo de un sistema de partidos políticos con fórmulas transparentes de financiamiento, el sistema de elección parlamentaria para asegurar la representación proporcional de las minorías, y el fortalecimiento del principio de separación, independencia y equilibrio de poderes —principio fundamental de toda democracia presidencialista”.
Por su parte, la Misión de la UE concluye: “El marco legal que regula el proceso electoral debe ser adaptado a las provisiones constitucionales que afectan a las elecciones. La Asamblea Nacional debe designar lo antes posible una directiva del CNE compuesta por profesionales de prestigio e independencia de diversa procedencia y que disfruten de la confianza de todos los sectores de la sociedad. La prohibición de financiar a los partidos políticos con dinero público durante la campaña electoral debe ser reconsiderada. El sistema de votación electrónica debe ser auditado por una institución independiente. El REP ha de ser auditado por una institución independiente conjuntamente con el registro de cédulas…”.
Estimamos que la recomendación final de la OEA es absolutamente pertinente: “La Misión considera que la mayor responsabilidad política para impulsar este diálogo corresponde a las autoridades gubernamentales”.