Las razones del gobierno salvadoreño, por Simón Boccanegra
Si bien es cierto que, como dijera el doctor Juan Garantón, abogado de Henry Vivas y Lázaro Forero, él les había aconsejado no asilarse, porque a su juicio ello no procedía en este caso, vale la pena preguntarse si tales exquisiteces jurídicas habrían pasado por la mente del gobierno salvadoreño un año atrás. Probablemente no.
Hace un año, tal vez el asilo habría sido otorgado, incluso si jurídicamente no hubiera sido pertinente.Y no es necesario buscarle cinco patas al gato petrolero. A pesar de que Rangel, sin que nadie lo hubiera planteado, comentó que el caso había sido “despetrolizado” —lo cual autorizaría a creer lo contrario—, la verdad es que el chantaje petrolero ni siquiera era necesario, porque, aun si fuere verdad lo que dijo Rangel, es obvio que siempre está subyacente en las relaciones entre nuestro país y los de Centro América y el Caribe.
Basta recordar la suspensión de las ventas de crudo a República Dominicana, por razones políticas.Pero en este caso, pareciera que pesó más la nueva percepción internacional que se tiene del gobierno de Chávez.Para El Salvador, el reconocimiento que hizo el gobierno de Bush de los resultados del RR, es más importante que cualquier otra consideración, sobre todo cuando hoy, además, el gobierno nacional dista de estar aislado en el continente.