Los apagones no lograron el control social e hicieron más evidente la corrupción chavista
Xabier Coscojuela @xabiercosco
Como consecuencia de los apagones ocurridos en el mes de marzo ha surgido la hipótesis que asegura que los mismos son una decisión del gobierno de Maduro para tener ocupada a la población y controlarla. Que son un mecanismo de control social. Que el mismo ya fue aplicado en Cuba, etc, etc. Al mismo tiempo que se afirma lo anterior, diversos especialistas en materia de electricidad dan cifras, exponen hechos y denuncian irregularidades que ponen en evidencia que la galopante y extendida corrupción que existe en el cogollo chavista es la causa de que buena parte de los venezolanos hayan vivido sin electricidad muchos días de marzo de 2019.
Nosotros creemos en la segunda versión. Estos sujetos no tienen la competencia para implementar un plan que incluya los apagones para controlar a la población, pero sí son muy habilidosos para robar a diestra y siniestra. Para no hacer el mantenimiento que un sistema eléctrico que tiene que suplir ese servicio a más de 30 millones de personas requiere.
Estos sujetos controlaron mucho más fácil, a una parte importante de los venezolanos, cuando Cadivi repartía dólares a precios subsidiados que permitía viajar al exterior, o que facilitaba la compra de cualquier cosa en los mercados más demandados del mundo. En ese momento el control era políticamente mucho más “productivo”.
Hoy, los apagones lo que han generado es el aumento a la arrechera contra el Gobierno. Las declaraciones de varias de las personas que manifestaron ayer en Caracas, reclamando luz y agua, fueron lapidarias contra Maduro. Su escaso crédito quedó pulverizado.
Los partidos opositores deben buscar la manera de canalizar esta rabia para aumentar la presión contra la camarilla gobernante la cual, nuevamente, empleó a los grupos paramilitares para reprimir, grupos que actuando con total impunidad y ante la mirada cómplice de integrantes de la Policía Nacional Bolivariana y contando, otra vez, con la alcahuetería del fiscal de facto Tarek William Saab.
Las manifestaciones, que se produjeron el pasado domingo evidenciaron que el control social que aspiran alcanzar con estos apagones está muy lejos de lograrse