Los «hermanos» del Presidente

Este diario se está ocupando de las tribulaciones de los trabajadores de la planta de automóviles «Venirán», empresa mixta creada entre los gobiernos de Irán y de Venezuela. Lo que narran los dirigentes sindicales de la fábrica parece sacado de las páginas que Marx y Engels escribieron sobre las condiciones de trabajo de los obreros ingleses en el siglo XIX. Es una cosa horrible y vergonzosa. ¿Cuándo será que Chacumbele va a entender que el «hermano» Ajmadineyad preside un gobierno ultrarreaccionario, teocrático y fundamentalista, en un país donde matan a pedradas a las mujeres acusadas de adúlteras y la pena de muerte se aplica colgando a la gente en las plazas públicas? ¿Cuándo va a entender que en ese país ni siquiera demagógicamente hablan de socialismo y que todo cuanto tenga que ver con esa palabra y con los partidos que levantan tal bandera es ferozmente perseguido? ¿Cuándo va a entender que en ese país el capitalismo es archisalvaje y que los patronos iraníes en «Venirán» creen que el sindicalismo es cosa del comunismo? Aunque, quién quita y eso es lo que le gusta a Chacumbele del «hermano» iraní. ¿No le armó un peo Chacumbele a los trabajadores del canal 8 que reclamaban respeto para sus derechos laborales, porque y que deben trabajar para la «revolución»? Quizás, por lo mismo es que se siente tan cómodo con el también «hermano» Putin. Entre autócratas se entienden, aun si el ruso preside una potencia salvajemente capitalista y doblemente mafiosa –en lo económico y en lo político-, que del comunismo soviético rescata la vocación imperial. Como si no le fuera suficiente con sus hermanos Adán y Argenis, Chacumbele se busca por fuera otros aún más impresentables.