Expertos coinciden en que detrás de protestas en Colombia puede haber intereses políticos
Los internacionalistas Giovanna de Michelle y Juan Francisco Contreras coinciden en que el diálogo en Colombia es clave para cesar las protestas
Las protestas en Colombia cumplieron más de seis días y la situación en el vecino país sigue caldeada, a pesar que la principal razón de las manifestaciones -la reforma tributaria que impulsó el presidente Iván Duque y que afectaría, entre otras cosas, el impuesto a productos de uso básico para la población- fue retirada del Congreso.
La noche del 4 de mayo, fue Bogotá la ciudad que registró mayores problemas al contabilizar 91 personas heridas en el marco de un paro nacional que afecta, además, a metrópolis como Medellín y Cali, dos de las mayores urbes neogranadinas. Solamente en la capital de Colombia se registraron 72 civiles y 19 policías heridos en una jornada donde fueron atacadas 23 estaciones de policía, una de ellas fue incendiada con 10 agentes dentro.
Se supo también que en Cali, urbe que ha convertido en uno de los epicentros de las manifestaciones, se registraron intercambios de disparos, denuncias sobre abusos policiales -cosa que niegan las autoridades al decir que actúan bajo las premisas de DDHH- y la caída de los servicios de internet, lo que impediría seguir subiendo contenido en las redes sociales sobre lo que ocurre en el país.
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A todas estas, la Fiscalía colombiana estableció un vínculo entre «los desórdenes y hechos vandálicos» que hay en Cali con elementos relacionados con el narcotráfico y la disidencia de las FARC; misma que tiene azotada a la población de La Victoria, en Apure, y que está en francos combates con la Fuerza Armada Nacional venezolana.
Por su parte, el presidente colombiano Iván Duque, expresó este miércoles 5 de mayo que no descarta reunirse con el senador Gustavo Petro, quien ha sido uno de sus detractores más fuertes, y con el expresidente Juan Manuel Santos, quien en la víspera se puso a la orden del Ejecutivo para buscar diálogo y entendimiento que permitan cesar la ola de violencia que azota a la nación.
“No soy persona de sesgos. Muchas personas me decían si me reuniría con Timochenko, me he reuní con él. Si lo he hecho con él, ¿Cómo no me voy a reunir con otros dirigentes políticos? Los espacios de conversación uno no los puede cercenar”, enfatizó el jefe de Estado.
Tampoco descarta que se decrete un «estado de conmoción interna» debido al recrudecimiento de las manifestaciones que se han tornado violentas en muchos casos, elemento que se puede analizar si es necesario que se aplique.
Al igual que la Fiscalía, Iván Duque buscó responsables de lo ocurrido en elementos irregulares que podrían estar detrás de una ola desestabilizadora, y aclaró que aunque existe el derecho a protestar de forma pacífica, las conductas de daños a la infraestructura y «terrorismo urbano», se ven obligados a tomar acciones.
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Con todo el panorama, se anunció que el próximo 10 de mayo se inicia un diálogo entre los voceros del Gobierno y quienes dirigen el paro nacional, de acuerdo a lo dicho al diario El Espectador por el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, quien dijo que se discutirán seis grandes temas: vacunación masiva; reactivación segura y desarrollo social; no violencia; protección de los más vulnerables; estabilización de las finanzas públicas y matrícula cero.
¿Cómo se percibe lo que ocurre en Colombia?
Para la internacionalista Giovanna de Michelle, los ciudadanos colombianos tienen derecho a protestar por el proyecto de Ley (de reforma tributaria) que puede afectar el bolsillo a una gran cantidad de personas, pero a su juicio, lo que no debió pasar es el «nivel de vandalismo» que se ha registrado en las calles de varias ciudades en el vecino país y que obligó el accionar de los cuerpos de seguridad.
Si bien mencionó que se registraron «algunos excesos» por parte de la Fuerza Pública, los mismos son resultado directo de la escalada de violencia registrada en las calles en la última semana. Cree además que la situación actual que padece Colombia tiene relación con las protestas que se vivieron en el año 2019. En esa oportunidad, las acciones de calle comenzaron por el eventual descontento de algunos ciudadanos frente a las políticas económicas, sociales y ambientales del Gobierno: presuntos casos de corrupción; por el manejo que se le habría dado a los acuerdos de paz con las FARC-EP; y la muerte de algunos líderes sociales.
De Michelle estima que tras el retiro de la reforma tributaria por parte del presidente Iván Duque, las protestas en las calles no debieron haber continuado, por lo que advirtió que «eso hace pensar que el propósito real no es a ciencia cierta oponerse a un proyecto de Ley, sino que va mas allá: buscar alterar la gobernabilidad en Colombia, con miras a la desestabilización«.
Con una opinión similar, el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras, manifestó a TalCual que el problema que se registra en Colombia «se ha ido complicando» porque cree que al ser retirada la propuesta de reforma tributaria por parte del Ejecutivo, no tiene sentido seguir protestando. Sin embargo, enfatizó que la violencia se ha ido incrementando exponencialmente en las acciones de calle.
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«Para mi tiene que ver con un tema de organización de desestabilización de Colombia; es un esquema parecido al que se registró en Chile donde de las protestas se pasó al vandalismo y que ha ido incrementándose en un círculo vicioso de la violencia en Colombia. Eso es peligroso porque hemos estado viendo cómo se desestabilizan países de la región, donde hay problemas de todo tipo y que se agravan con la pandemia», describió.
Cree que lo que ocurre es una especie de «caldo de cultivo» que permite salir a «personas inescrupulosas» y mantener la violencia viva, por lo que el Ejecutivo debe buscar la mejor forma de establecer un proceso que les permita finalizar la ola de violencia.
Apoyo externo a las protestas
Como se dijo, la Fiscalía de Colombia vinculó a grupos relacionados con el narcotráfico y de las disidencias de las FARC a las manifestaciones. Al respecto, Giovanna de Michelle dijo a TalCual que es «factible» y «no descartable» que existan apoyos de los grupos mencionados a las acciones violentas e incluso, acotó que podrían haber grupos políticos interesados en generar caos y «maximizar el rechazo» que pueda tener el Gobierno de Duque y «hacerlo más grande de lo que es».
Al igual que Contreras, la internacionalista considera que existen algunos «vaso comunicantes» entre lo ocurrido en Chile y lo que acontece actualmente en Colombia como lo son elementos de vandalismo, la forma de protestar y la búsqueda constante de razones para mantenerlas activas. Sin embargo, enfatizó que no existen «elementos contundentes» que afirmen que existan extranjeros en las manifestaciones, en alusión a la acción de supuestos ciudadanos venezolanos en dichas acciones.
«En honor a la verdad no debería haber ciudadanos venezolanos como ha denunciado Colombia. Dijeron que han sido detenidos venezolanos en manifestaciones y en situación migratoria irregular. No debería estar sucediendo. Si empezó todo por un tema tributario, no veo cómo un venezolano irregular se ve afectado por la situación y no entiendo razones para participar en las manifestaciones», subrayó.
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El presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela piensa que es probable que haya respaldo desde fuera de las fronteras de Colombia para atizar las manifestaciones, y recordó que recientemente se difundió en los medios de comunicación la detención de un ciudadano colombiano «con un morral lleno de armas», por lo que destacó que «hay una especie de organización que esta incrementando o tratando de aumentar la violencia».
Diálogo como llave
Tanto De Michelle como Contreras creen que cualquier iniciativa de diálogo, como manifestó el presidente Duque y la comisión de Paz que iniciará conversaciones con el comité que lidera las acciones de protesta el próximo 10 de mayo, es «necesario» para dirimir las diferencias y buscar salidas a la crisis del vecino país.
Según De Michelle, que el Ejecutivo busque incluir a todos los sectores del país en un diálogo para solventar la situación es esencial y debe hacerse de forma pronta antes de que se eleven aún más los niveles de protestas.
«Esto es lo correcto, es lo que corresponde. Sentarse a dialogar y escuchar a las fuerzas vivas del país y llegar a elementos comunes», comentó.
Sin embargo, indicó que existen elementos excluyentes dentro de los sistemas democráticos y por eso es importante buscar la satisfacción de las necesidades de todos sin excepción, y evitar a toda costa el violentar el derecho de las minorías.
Juan Francisco Contreras es partidario de que se debe investigar objetivamente el uso de la violencia en el vecino país porque es probable que el uso de la violencia se haga con fines propagandísticos, a pesar de que por ambas partes inmiscuidas en la situación se evidenciaron signos de estos comportamientos.
Con información adicional de Swiss Info / El Espectador / Caracol Radio / BluRadio / EuropaPress
