Los trabajadores de la salud en espera, por Beltrán Vallejo
La actual coyuntura de reflujo en la lucha opositora, donde cunde la desesperanza y la frustración, amerita de un liderazgo serio y responsable que haga todo lo posible para no seguir hundiendo al pueblo venezolano en los sentimientos antes señalados.
Con esto me refiero al anuncio que el Presidente Interino de Venezuela, Juan Guaidó, hizo por las redes sociales donde informó sobre el denominado Plan “Héroes de la salud”, una iniciativa apuntalada, según él, por la Organización de Estados Americanos, y que consiste en un apoyo económico de 100 dólares mensuales, por tres meses, para médicos, enfermeras y demás trabajadores de la salud de los hospitales públicos de Venezuela.
Así fue como presentó él ese plan desde el 17 de abril; después fue complementado el 21 de abril con la información de que se abrió una página de registro por enlaces a través de Facebook y WhatsApp, desde donde se redireccionaba a una plataforma que contenía una serie de preguntas y en donde había que adjuntar varios soportes y documentos.
Sobre ese anuncio, desde su salida he pensado que se trata de un escenario muy delicado para el significado y la veracidad política de eso que se denomina “Presidencia interina”.
Creo que la única organización partidista que al menos se acercó al real sentido de este tipo de anuncios fue Primero Justicia cuando en esa misma tónica le propuso a Guaidó que considerara la posibilidad de un plan de ayuda económica por núcleo familiar que consistiera en ese igual monto de 100 dólares.
Desde aquel 17 de abril me ubiqué que este anuncio debía tener una fundamentación muy sólida para que se tradujera en una pronta realidad; pero después de 3 meses, pareciera que eso no ha sido así. Si ese aporte llega a las manos del sector salud en estos momentos, y eso lo veo políticamente, además del justo beneficio para ese sector que está en primera línea de batalla contra el covid-19, Guaidó contara con una acción de profundo contenido político en significados como útil, verídico, real y valedero, unas apreciaciones que fortalecerían su figura presidencial en eso de atender los problemas de los venezolanos y gestionar medidas benéficas. Estaría entonces el país ante un “hecho de gobierno” que calaría en el imaginario nacional y en su sistema de creencias.
Esta sería una acción más contundente en el sentir del pueblo que todas esas otras decisiones con incidencia exclusivamente en el exterior del país, como ésa de nombrar embajadores y un cuerpo diplomático “virtuales”.
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Esto sin hablar de las deficiencias, trabas, condicionamientos, limitada información por redes sociales, además del sabotaje del régimen y otras peripecias que le impidieron a miles y miles de trabajadores de la salud el que cumplieran con los requerimientos de la denominada fase de registro, además de que después a la información inicial del propio Guaidó se le “bajó el copete” en eso de su universalidad cuando otros voceros “aclararon”que el beneficio no era para todos, generando eso confusión y molestias, especialmente en esos humildes trabajadores que tuvieron que pagar para accesar a tan accidentados links y llenar información y escanear documentos y soportes.
Finalmente, cunde la decepción cuando se habla de que apenas se registró un 5% de los trabajadores de la salud; es decir, unos 75 mil, considerando que ese sector abarca unos 500 mil funcionarios que laboran en hospitales y centros asistenciales del sector público.
Repito: un liderazgo serio y responsable impide más frustraciones en el pueblo venezolano. No digo más.
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