Los trabajadores eléctricos se están poniendo bravos
Por un lado anda Yo-el-Supremo predicando sobre comunas y por el otro sus acólitos se dedican a destruir algunas experiencias de ese tenor, como los consejos de trabajadores y el llamado control obrero.
Si los consejos de trabajadores ganan la pelea, adiós cargos gerenciales y de confianza. Los chavistas titulares de cargos saben bien que esto es una lucha por el poder y no la quieren perder. De allí que dondequiera que se ha ensayado la creación de control obrero, no pasa mucho tiempo sin que los «compañeros» gerentes o ministros los anulen e incluso los liquiden.
Leemos que el presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Eléctrica, Ángel Navas, lanza una bomba de profundidad, denunciando que en esa industria las autoridades «han desmantelado a nivel nacional los Consejos de Trabajadores» y, por añadidura, dice que son perseguidos quienes formaban parte de los Consejos.
Sin pepitas en la lengua, señala a Argenis Chávez, como se sabe, hermano de su hermano, como responsable de lo que denomina una política antiobrera. Va más allá. Según Navas, Argenis y su combo, no son revolucionarios, así se vistan de rojo. «Asfixian y ahogan el protagonismo laboral y político de los trabajadores», concluye, lapidariamente. El resultado es que el holding eléctrico vive un caos, creado por la que califica de «gestión forajida», no sólo antiobrera sino inepta en el manejo del conjunto de catorce empresas que conforman Corpoelec, complejas y que requieren una mano experta para su conducción.
Total: poco a poco pero cada vez más rápidamente la gente está descubriendo que el Rey anda desnudo.