Maduro no le cumple la palabra a Bachelet, por Sebastián Boccanegra
Ni el fiscal de facto, ni el defensor del gobierno, ni ninguno de sus subalternos, entran en la Dirección de Contra Inteligencia Militar ni en el Servicio Bolivariano de Inteligencia. Eso no es de ahora, ocurre desde hace un buen tiempo y no ha cambiado con los últimos acontecimientos. Eso da una idea de la investigación que pueden hacer ambos organismos del asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. Suponiendo que tuvieran algún interés de determinar responsabilidades en este caso.
Porque tanto Tarek William Saab como Alfredo Ruíz, ambos militantes sin carnet del PSUV, han sido consecuentes con todas las violaciones a los derechos humanos que se cometen en Venezuela. Desde el uso excesivo de la fuerza para contener manifestaciones, con la consecuente muerte de manifestantes, además de los cientos de heridos, así como con las golpizas y torturas sufridas por quienes han tenido la desgracia de caer en las manos de cualquiera de los cuerpos policiales que actúan en el país. También han avalado la acción de los grupos paramilitares conocidos como colectivos.
A lo anterior se agrega su participación militante en el desconocimiento de la voluntad popular que eligió a la Asamblea Nacional y en la violación de la inmunidad parlamentaria de sus integrantes. Ambos personajes actúan solo cuando les dan órdenes desde Miraflores, las cuales acatan sin chistar.
Ahora bien, Nicolás Maduro se comprometió, públicamente, a aceptar la propuesta de la alta comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, para que sus representantes pudieran visitar las cárceles del país. No han transcurrido ni quince días de dichas palabras cuando las mismas han sido desconocidas en la práctica, pues tenemos la información de que ambos funcionarios han solicitado visitar las celdas de la Dgcim y, sin bien no les han negado la petición, tampoco la han atendido, dándole largas a los representantes de la ONU.
Ya sabíamos en Venezuela que la palabra de Maduro no tiene ningún valor. Ahora eso también lo están comprobando en otras latitudes.